Es un lugar común, pero es totalmente cierto. “No hay fecha que no se cumpla”. Y —en este caso— la fecha llegó; así, sin que nos diéramos cuenta. Así, sigilosa y sin dar pistas de que estamos en una semana que puede resultar histórica. Este fin de semana puede ser recordado por todo el planeta

para siempre. Ni cuenta nos dimos, pero el reloj y el calendario fueron implacables, como siempre. Hace un año parecía que faltaba una vida.

Pero no, no faltaba tanto. Y hoy, el mundo transita la que puede ser la última semana de Lionel Messi vestido de azulgrana. Es verdad que su contrato expira en junio y, probablemente, será hasta ese mes o —en su rol del guionista de esta novela— tal vez decida estirar los últimos capítulos de esta novela llamada “Decisión” hasta que termine su participación en la Copa América .

Pero este sábado, cuando el Barcelona visite al descendido Éibar en el minúsculo campo de Ipurúa, puede ser que presenciemos la última actuación de Lionel Andrés Messi con sus colores. Sí, qué irónica es la vida. Sería una ignominia ver terminada la relación más grande en la historia entre un futbolista y su club, así. En un partido sin chiste y con nada en juego, en lugar de levantando una Champions o conquistando una Liga de manera épica.

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Pero el Barcelona es más que un club. El Barcelona es una maraña de intrigas, intereses políticos y luchas ideológicas. Todo eso ha desgastado, históricamente, a los grandes referentes deportivos de la institución. Y si a eso le sumamos que el equipo parece empecinado en sabotearse, parece que muchas ganas de convencer al ídolo para que se quede no hay. Cuando parecía que el Atlético de Madrid estaba decidido a abrirle la puerta a sus rivales para que le robaran la Liga , el cuadro culé determinó no participar de la pelea por el campeonato.

Ante el Granada , el Levante y el Celta , apareció un Barcelona que invita a Messi a salir corriendo. Hace un año, le molestaba no poder competir a nivel europeo y, aunque suene a locura, no pudieron con equipos que viven en la mediocridad de la media tabla española. Hoy, parece que la llave para que Lionel Messi se quede la tiene Sergio Agüero . El club no tiene dinero y la llegada gratuita del Kun podría apaciguar la mente de un Lionel Messi que ve cómo su querido equipo navega a la deriva. Y, en otra ironía de la vida, ese tan criticado “club de amigos” en la selección de Argentina podría ser la única manera de que este sábado no seamos testigos del adiós de Leo.

Adendum

. Cruz Azul va en serio, pero hasta Knut sabe que confiarse podría ser fatal. Tuvo un ataque de honestidad y me dijo: “Me preocupa el Pachuca , ataca mucho”.

futbol@eluniversal.com.mx

 
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