Los números, en el 99.9% (aproximadamente) de los casos, son infalibles.

Dos más dos es cuatro aquí y en China y contra eso no hay medicina. ¿Pero entonces por qué digo que en el 99.9% y no en el 100? Porque en el futbol no siempre son absolutos los números (desconozco si en otros órdenes de la vida también suceda). Pero cuando la pelota rueda las estadísticas no necesariamente son determinantes.

El mejor futbolista en la actualidad en la Liga MX es el chileno Diego Valdés.

Pero si revisamos sus cifras, difícilmente quedaría respaldada dicha afirmación. En este torneo de Clausura 2024, el futbolista andino ha disputado 10 partidos (7 como titular) y ha jugado 634 minutos de los 1,080 posibles. En ese tiempo, Valdés metió dos goles y dio dos pases para gol. Es decir que en el 59% de los minutos el rendimiento neto del americanista Diego Valdés no corresponde con el cartel de mejor jugador del torneo.

Pero basta verlo jugar para saber que hoy no hay nadie en su nivel en nuestro campeonato. La pantalla en el aire para dejar solo a Julián Quiñones en el primer tiempo del duelo contra Chivas del sábado pasado es la muestra perfecta. El coeficiente futbolístico de Diego Valdés está, hoy por hoy, por encima del resto de la Liga.

Hace seis meses era Juan Francisco Brunetta, hoy en el equipo de los Tigres, el gran pensador y constructor del futbol mexicano, hoy es Valdés.

Hace un tiempo, en estas mismas páginas, señalé la intermitencia del chileno.

Nobleza obliga, y es que desde hace rato se ha convertido en el hombre que maneja al equipo más regular de la Primera División. Más allá de la frialdad de los números (que hoy no lo acompañan tanto), hay que destacar que la fluidez del juego americanista depende, casi en su totalidad, de la visión de campo de Valdés.

Muchas veces es un pase de él o un movimiento lo que clarifica una acción que termina en gol, pero no en sus registros estadísticos. El “artista” del cuadro campeón es él. Y en esta época, en la que el futbol se ha industrializado al grado de mecanizar hasta a los jugadores más creativos, no queda más que disfrutar de la naturalidad con la que interpreta al juego Diego Valdés. Y es que, por lo menos en este rinconcito del mundo, es cada vez más difícil ver a un futbolista que juegue como el resto de los mortales siempre quisimos o como jugaban aquellos que nos enamoraron de este deporte.

Diego Valdés está lesionado y el América lo va a sentir (la pausa por la fecha FIFA les juega a favor), pero la buena noticia para los americanistas es que el español Álvaro Fidalgo ya demostró que, cuando la circunstancia se lo demanda, todavía le queda un poco de artista en el alma.

ADENDUM. Creo que Knut no ha pagado su celular.

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