Desde finales de marzo el presidente Andrés Manuel López Obrador entró en una caída en su popularidad, que hoy lo mantiene por debajo de los 50 puntos de aprobación. Medición que marcan tanto casas encuestadoras por él negadas como por él aceptadas. La mayor caída de esos puntos se debe a lo que es percibido popularmente como una mala estrategia para enfrentar la pandemia del Coronavirus. Mientras la mayoría de los países afectados por el Covid-19 cerraban sus fronteras, protegían a sus ciudadanos tanto en la salud como en lo económico. Obrador se mantuvo como violinista del Titanic, tocando la única melodía que se sabe: “yo tengo otros datos”, no va a pasar nada.

El sábado por la noche el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell salió a los medios de comunicación, con el rostro más que desencajado, pidió, imploró a la población que se quede en sus casas. Es la última oportunidad que tenemos de aplanar la curva de crecimiento de la enfermedad, dijo. Al día siguiente el presidente continuó con sus giras. Pero no cualquier actividad. La visita dominical tenía marcada en la agenda la ciudad de Badiguarato, Sinaloa. Tierra del hasta hace unos años enemigo público de los Estados Unidos: “El Chapo” Guzmán.

Las redes comenzaron a moverse. Primero de a poco. Haciendo énfasis en la carretera que el gobierno federal está financiando para este mal llamado territorio narco. Después, también en las redes, alguien descubrió que ese mismo día cumplía años Ovidio Guzmán, el hijo del “Chapo”. El mismo que el gobierno federal detuvo y soltó luego en el mismo día.

Justo cuando se pensaba que todo debía quedar en el terreno de las especulaciones. Alguien, también en los medios digitales, filtró un video en donde se aprecia al presidente dirigiéndose a saludar a la madre y abuela de los narcotraficantes, mientras el abogado de Joaquín Loera lo jala del brazo.

Con 84.3 millones de interacciones, el tema tuvo un alcance de 158.8 millones, 3.7 millones de reacciones, más de 762 mil comentarios. Las principales etiquetas con las que se movió la conversación fueron: AMLO, 112 millones, Narcos 77 millones, #NarcoPresidente 128 millones, Guzmán Loera 97 millones, Chapo 138 millones, Ovidio Guzmán 122 millones, Sinaloa 94 millones y Badiraguato 101 millones.

El 22% de la audiencia asegura que el encuentro fue un fallo para la imagen de AMLO, ya que con eso se evidencia el pacto que tiene con el Cártel y al mismo tiempo se burla y dicen que el saludo fue para agradecerle todos los favores que le han hecho. El 14% lo critica por saludar a la mamá del Chapo y no querer recibir a las mamás de los miles de desaparecidos. El 12% asegura que para el Ejército Mexicano es una grosería total que ellos mueran, secuestren a sus familiares y desaparezcan a manos del Cartel y que el presidente lo salude. El 10% asegura que en política no existen casualidades y que por algo se dio este encuentro. Mientras que el 7% especula sobre el acercamiento que se vio entre AMLO y el abogado del Chapo.

Por otro lado, el 18% asegura que es un acto de humildad saludar a cualquier persona. Y el 17% acusa a la oposición de no tener memoria, aseguran que Felipe Calderón también apoyó al Cártel de Sinaloa.

La interacción se distribuyó de la siguiente manera: Twitter 52%, Facebook 27%, portales web 16%, YouTube 5%. Y la conversación se generó así: Facebook 36%, Twitter 27%, portales web 23% y YouTube 14%.

Seguramente habrá repercusiones en el corto o mediano plazo sobre este encuentro. No sólo a nivel local, sino y más seguramente a nivel internacional. Sobre todo ahora que se ha vuelto a comprobar que el narco no es una fuerza moral, sino económica y política.

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