¿Cómo justifica que aquellos a quienes ayer denunciaba como miembros de una “minoría rapaz” hoy se integren a su círculo más próximo y reciban, por asignación directa, contratos y concesiones por miles de millones de pesos?

¿Cómo habla de superioridad moral cuando su partido postula a personajes de la calaña de Félix Salgado Macedonio, cuando parientes de los miembros de su equipo son privilegiados con compras de gobierno a sobreprecios inauditos y mete a los “servidores de la nación” a la estrategia de vacunación para sacarle raja política?

¿Por qué se dice juarista si se alió con un partido evangélico, salpica sus discursos con referencias religiosas y exhibe el Detente y las “limpias” como sus protectoras?

¿Por qué ni siquiera 160 mil muertos (según la estadística oficial) lo llevan a revisar su estrategia ante la pandemia? México tiene más muertos que la India, con una población diez veces superior, y aún después de su contagio predica con el mal ejemplo al rechazar el uso de cubrebocas. ¿Sigue pensando que somos un ejemplo mundial?

¿Por qué mantiene ese golpeteo incesante a los organismos constitucionalmente autónomos que fueron el fruto de largas luchas ciudadanas?

¿Por qué denigra, amenaza y persigue a los medios que no controla y a los organismos críticos como Mexicanos contra la corrupción? ¿Y por qué quiere hacer creer que quienes señalan los errores y las desviaciones de su gobierno es porque añoran la corrupción de los gobiernos anteriores?

¿No lo avergüenzan las lisonjas de los “reporteros” sembrados en sus conferencias mañaneras?

¿Por qué si prometió como candidato que en seis meses regresaría a los soldados a sus cuarteles, hoy los ha convertido en los grandes protagonistas de la 4T y les asigna tareas ajenas a su misión constitucional en áreas con alto riesgo de contaminación?

¿No está enterado que el grueso de la sociedad vive con miedo ante el avance de la mancha criminal que se expande por todo el país?

¿Por qué le dijo a Trump que le reconocía el trato respetuoso hacia México y los mexicanos, cuando fue uno de los presidentes de Estados Unidos más antimexicano y obligó a la Guardia Nacional a hacer el papel indigno de Border Patrol en nuestra frontera sur?

¿Por qué no se ha consignado a uno solo de los “corruptos” del aeropuerto de Texcoco? ¿Por qué presume de un gobierno transparente cuando asuntos del mayor interés público son reservados hasta el término de su mandato?

¿No comprende que repartir dinero no contribuye a formar ciudadanía sino súbditos y que las consultas populares con diálogos maniqueos constituyen una distorsión de la democracia, como lo son el voluntarismo ideológico y el paternalismo?

¿Cuándo dejará de culpar al neoliberalismo y asumirá su responsabilidad por las decisiones de su tiempo?

¿Cómo puede decir que vivimos un “momento estelar” con casi 10 millones de nuevos pobres?

¿No le parece un pecado de soberbia pretender ponerse a la altura de Hidalgo, Morelos, Juárez y Cárdenas?

Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario.
@alfonsozarate

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