Qué paradojas tiene la vida, sobre todo peculiarmente en el caso de Carlos Vela , quien nos ha dejado infinidad de veces en claro que prefiere ver un partido de NBA que uno de futbol, deporte que hoy le da de comer... Y bien, un estilo alto de vida y que en el terreno de juego ejecuta su “trabajo” como un auténtico crack.

¿Alguien podría creer que no le apasiona el futbol o que su trabajo no le importa, después de ver el coraje y la impotencia que sentía al ser sustituido en el clásico de Los Ángeles ?

Carlos Vela

vive su mejor momento, con 27 goles y 15 asistencias, candidato a Jugador Más Valioso de la MLS. Es verdad, no es una Liga poderosa en lo futbolístico, pero el talento no conoce geografía y es imposible de esconder, con eso se nace y el exjugador de la Real Sociedad interpreta y ejecuta como ningún mexicano el balompié. Cada semana, muy cerca de nosotros, apenas al otro lado de la frontera norte, nos regala un recital, nos recuerda de lo que es capaz de hacer, algo que ya conocíamos desde que fue fichado por el Arsenal en el lejano 2005.

Tan brillante dentro de la cancha como testarudo de ideas fuera de la misma, hace unos meses le dejó en claro a Gerardo Tata Martino que no iba a volver a la Selección , una historia de amor y desamor recurrente.

Es claro que a Carlitos no le interesa vestir la camiseta del Tri, porque tiene otras prioridades, porque dice que con o sin él, la Selección Nacional seguirá siendo lo mismo. Con todo respeto y desde esta tribuna, yo le digo al nacido en Cancún que sí hace diferencia, ya que no hay nadie con esa magia dentro de la Selección Mexicana.

Gerardo Martino

, si me estás leyendo, ¿por qué no intentar una vez más? Sé que tu capacidad para dialogar es buena. El “no” ya lo tienes, la calidad y el futbol que te puede regalar el chico mundialista puede ser más que un mal trago con sabor a orgullo...

No se trata de rogarle a nadie, se trata de volver a dialogar, de intentar motivar nuevamente, de hacer que la ilusión de jugar por tu país renazca, de convencer a un jugador que ponga en servicio de su Selección el talento que le fue otorgado y que pocos tienen en el grupo. Finalmente, uno de los trabajos del seleccionador es llamar y agrupar a los mejores.

¿Valdrá la pena? Yo creo que sí. En México , los Vela no se compran en la farmacia de la esquina, son una especie rara y en extinción, son futbolistas que deberían ser costumbre en un país de más de cien millones de habitantes; sin embargo, no lo son. Nos acostumbramos a no tenerlos. Hoy, los talentosos se dan a cuentagotas, los diferentes son unos cuantos, aquellos que son tocados por una vara mágica para destacar y ese es el caso de Vela.

Finalmente, y después de lo que nos ha regalado en territorio estadounidense, vale la pena hacer honor a su apellido y prender una última vela que lo motive a volver a la Selección Nacional, o simplemente buscar una última oportunidad.

@alexblanco23

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