¿Se puede hablar de una leyenda haciendo caso omiso a su oscuro ocaso? La familia de Michael Schumacher está convencida de ello, y es así como los directores Hanns-Bruno Kammertöns, Vanessa Nöcker y Michael Welch abordan la vida del corredor alemán en su documental más reciente: Schumacher, disponible en Netflix.
Beneficiado por la colaboración de toda su familia -esposa, hijos, padre, amigos, hermanos-, así como algunos de sus rivales más importantes en las pistas, Shucmacher, el documental, no se complica y mediante un estilo clásico de cabezas parlantes y mucho material de stock (la gran mayoría proveniente de la videoteca de la propia familia), narra la vida del piloto ganador de siete campeonatos mundiales de Fórmula 1.
La historia inicia, claro, con su infancia. A diferencia de muchos de los pilotos de carreras profesionales, Schumacher no viene de una familia privilegiada. Inicia corriendo en pistas de karts con otros niños. La leyenda indica que él, junto con su padre, armaban el auto con piezas viejas o usadas, y aún así ganaban. Así, el mérito del piloto era doble, puesto que le victoris se alcanzaba incluso con un auto chatarra.
La historia se repetiría después con la escudería que lo arropó durante años, Ferrari. La leyenda italiana tendría una mística indudable, pero su auto era básicamente una porquería que literalmente se desarmaba a la primera vuelta.
El tono del documental no puede escapar al de ser un documento aprobado por la familia, por ello es que no escapa a la hagiografía. Incluso en los temas más polémicos (a saber su actitud ruda en el manejo, que muchas veces lo llevó a colisionar con sus compañeros, la más de las veces por mera estrategia) el documental no se atreve a criticar al objeto de su adoración sino todo lo contrario, en algunos momentos hasta lo justifica.
Emocionante por las escenas de las carreras y los sucesos tras bambalinas, el documental pisa terreno farragoso rumbo al final, cuando se habla del terrible accidente que sufrió Schumacher en diciembre de 2013.
La historia oficial indica que en un viaje de vacaciones a los Alpes franceses, Schumacher sufrió una caída de consecuencias graves y que por ello los doctores le indujeron un coma que duró seis meses. Después, la familia lo llevó a casa y desde entonces no se sabe más de él. No hay una solo foto, video o señal alguna de su situación clínica.
Y ese mismo hermetismo permea en el documental. Para la familia, el accidente de Schumacher se maneja no como una tragedia, o como un suceso que cambiara sus vidas, sino que es poco más que un “inconveniente”.
Si bien se puede argumentar un deseo de la familia por no hacer públicos problemas personales, ¿entonces por qué salir a cuadro a hablar del hombre que tan celosamente mantienen resguardado luego de tan aparatoso accidente?
En todo caso, Shumacher el documental, sirve para conocer la carrera de este impresionante deportista, pero también levanta sospechas sobre las razones del mismo. Y es que al final uno no puede sino pensar que todo esto no es más que una estrategia para mantener viva la marca que lleva su nombre.
