Si eras un adulto en los años 90 y tenías conexión a internet, entonces viste el famoso video sexual de Tom y Pamela Lee. Quien diga lo contrario miente.

Eran los albores del internet, no había Facebook ni Twitter, vamos no había ni Youtube, las conexiones eran lentas y faltaban años para que existiera el streaming. Pero no obstante todas esas barreras tecnológicas, el video casero que el matrimonio Lee grabara inocentemente en la primavera de 1995 abordo de un yate teniendo sexo, se haría mundialmente famoso.

El de los Lee no fue el primer video sexual que se hacía público, y por supuesto no sería el último, pero sí fue el primero que se volvió viral. El internet hizo lo suyo, pero lo que realmente hacía apetitoso al video no era el porno en si, era la invitación a lo privado, era el morbo de ver a dos superestrellas del espectáculo y confirmar su vida maravillosa: la modelo por antonomasia de Playboy, Pamela Anderson, y el baterista e ícono de la fiesta Tomy Lee, abordo de un yate, en medio del mar, teniendo el sexo fabuloso que los demás solo imaginaban en sueños húmedos. Eran dos dioses amándose.

Muchos pensamos en ese momento que se trataba de un truco de publicidad para hacerse más famosos, incluso hubo quienes se indignaron y los condenaron por blasfemos, pero la realidad era mucho más absurda: el video fue robado en una especie de vendetta de parte de un electricista muy enojado quien, luego de que Tomy Lee no le quisiera pagar por un trabajo en su mansión, este decidió tomar revancha y robar la bóveda del rockero, misma donde se encontraban, armas, joyas, el bikini blanco que Pamela vestía el día de su boda en una playa de México, y un video en Super8, el video que días después tomaría por asalto al internet y nuestros ojos.

Esta increíble historia es narrada en Pam & Tommy, serie disponible en México en la plataforma de StarPlus. Creada y escrita por Robert Siegel (The Wrestler, The Founder) y dirigida por Craig Gillespie (I Tonya), la historia está basada en el estupendo reportaje Pam and Tommy: The Untold Story of the World’s Most Infamous Sex Tape, escrito por Amanda Chicago Lewis para Rolling Stone.

La historia inicia con Rand Gauthier (Seth Rogen), un electricista, ex actor porno, que por invitación de un amigo entra a trabajar en las múltiples remodelaciones que Tomy Lee tenía pensadas para su nueva recámara, llena de excentricidades de millonario. El problema es que Tomy Lee (Sebastian Stan) cambia los planes una y otra vez y no paga adelantos, por lo que los contratistas tienen que poner su dinero para los materiales.

Cansado de la mala actitud de Lee, Gauthier decide renunciar, lo cual provoca la ira de Lee quien a su vez se niega a pagar lo que le debe. Pero eso no fue lo peor, Gauthier regresa a la mansión para llevarse su herramienta y Tomy Lee lo amenaza apuntando una escopeta en su cabeza.

Cansado de las actitudes del niñato millonario, y cansado también de ser un perdedor, Gauthier decide asaltar la bóveda de valores que estaba en el estudio de Lee. El electricista y ahora ladrón tardó unos días en descubrir la cinta de Super 8 que estaba en la bóveda. Como no tenía forma de reproducirla, acudió a un viejo amigo de la industria porno, Uncle Miltie (Nick Offerman).

Es ahí donde la gran idea surge: se van a hacer millonarios vendiendo la cinta. Pero hay un problema: ninguna empresa de videos porno acepta comprarla, y no es por un asunto moral, sino más bien legal: la cinta es un material robado, y no tiene los papeles de consentimiento de sus protagonistas. Sin ese documento, vender copias del video sería una invitación a la cárcel.

Es entonces cuando Gauthier tiene una idea. Asiduo usuario de los buscadores de internet, se da cuenta que la World Wide Web es un terreno idóneo para vender la cinta: el internet no tiene que darle cuentas a nadie, solo se trataba de publicar un sitio de internet, levantar los pedidos, enviarlos por mensajería y voilá, dinero fácil.

Pero el plan, claro está, se complicó. Lo que inicia como una historia absurda de enredos se convierte en un caso icónico en la historia del internet, que cambió para siempre nuestra concepción sobre la fama y su exposición en los medios. Antes que Kim Kardashian, TMZ, Mr. Skin, o el “Fappening”, fue el video robado de Pam y Tommy.

Con gran ritmo y estupendas actuaciones, el director Craig Guillespie nos cuenta esta increíble historia en una producción que no escatima en el viaje a los años noventa: lugares, vestuario, peinados y por supuesto el soundtrack nos transporta con precisión a aquella época.

La dupla protagonista, Lily James interpretando a Pamela Anderson y Sebastian Stan como Tommy Lee están absolutamente estupendos. Ambos reproducen con asombrosa exactitud a los personajes, incluyendo sus tics, su forma de hablar, su furia y su ingenuidad.

Con fluidez, el guión nos lleva por todo el absurdo y la pedantería que desató este caso, así como la posterior bola de nieve que terminó por desatar. Esta es una historia que involucra contratistas, pornógrafos, mafiosos, bandas de motociclistas, paparazzis, fans, así como las revistas Playboy y Penthouse.

Después del escándalo y luego de que la cinta se volvió infinitamente popular, Pam y Tommy se volvieron una caricatura. Por supuesto, a Tommy la gente lo felicitaba por su enorme miembro, pero la peor parte la llevó Pam, cuya carrera no logró pasar del icónico traje de baño rojo de Baywatch.

Pam & Tommy subraya este hecho. Si bien la pura anécdota es oro puro, la serie no pierde la oportunidad de remarcar el hecho irrefutable de que en todo este escándalo quien peor la lleva es la mujer, es decir, Pamela Lee.

Mientras el público en general aplaudía y felicitaba a Tomy Lee por tener una esposa tan guapa, y un miembro tan enorme, a Pamela no la bajaban de prostituta, pero peor aún, como bien se dice en el episodio siete de la serie, estos hechos demostraron que en Hollywood, y en el mundo en general, a la mujer no se le perdona que muestre su cuerpo.

Para el planeta, lo que le pasó a Pamela Anderson era casi un castigo por haber posado antes en Playboy. “¿De qué se queja si ya antes se encueraba?”. Muy pocos entendieron que hay algo llamado consenso, y que Pamela tenía derechos, aún así hubiera posado mil veces en Playboy.

Sin ánimo regañón ni mucho menos moralino, pero tampoco sin dejar de señalar el machismo inserto en toda esta historia, Pam & Tommy es una serie muy bien narrada, espectacularmente actuada, donde no hay buenos y malos, solo pésimas decisiones por parte de todos los involucrados y la envidia de muchos que al mirar el video lo que veían era una vida que hubieran querido tener: la de dos personas ricas, famosas, pero sobre todo, profundamente enamoradas.

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