Por: Alejandro Alemán

La nueva película de animación producida por Netflix, Over The Moon (USA, 2020), no podría haber estrenado en mejor momento: justo cuando Disney acaba de retirar todo su contenido de todas las plataformas digitales de entretenimiento (para tenerlo en exclusiva en Disney Plus). El estreno de Más Allá de la Luna (por su título en español) hasta parece una provocación, un grito que dice: no te necesitamos.

De hecho, es reconocible el inevitable gen Disney en esta nueva animación fantástica llena de mundos imaginarios, personajes estrafalarios, colores intensos y una historia que lo mismo mezcla aventura que leyendas orientales.

Fei Fei es una niña de trece años que se horroriza cuando su padre lleva a casa a su nueva novia, cuatro años después de que su mamá murió a causa de una terrible enfermedad. Fei es una ferviente creyente de Chang’e, diosa que según la leyenda vive en la luna esperando eternamente a su ser amado.

Es entonces que, al fin niña de ciencia, Fei Fei se da a la tarea de hacer un cohete a la luna, para de tal modo comprobar la existencia de Cahng’e y así demostrarle a su padre que, como ella, él debería esperar por siempre a su fallecida madre.

El diseño visual de los personajes es sumamente detallado, sus expresiones faciales y la cuidadosa animación impregnan una fuerza emocional indudable.

Pero donde la película destaca indiscutiblemente es en el diseño de escenarios, vestuarios, paisajes y la creación del mundo fantástico de la luna. Es ahí donde la pantalla explota en una hola de colores, texturas e iluminación casi psicodélica que, si se ve en un equipo de alta definición, resulta en una experiencia aún más sorprendente.

Son fácilmente detectables muchas de las fórmulas clásicas de Disney: el personaje infantil con una mascota antropomorfa, el comic relief, los números musicales y en general un mensaje dirigido al público infantil (en esta caso una reflexión sobre la pérdida y el desapego como paso necesario para seguir adelante).

Y todo lo anterior se explica a partir de la dirección. El hombre a cargo de esta cinta es el legendario Glen Keane, animador y diseñador de personajes de la casa Disney en proyectos tan relevantes como La Bella y la Bestia (1991), Tarzán (1999), Pocahontas (1995), La Sirenita (1989) y su corto, Dear Basketball (2017), realizado junto con Kobe Bryant, ganó el Oscar a Mejor Cortometraje Animado.

Así, el ADN del Disney más clásico está presente pero también el trazo fino de la vieja animación a lápiz poniendo especial énfasis en las expresiones faciales de los personajes y el movimiento del cuerpo que expresa más que incluso el rostro.

El guión está a cargo de Audrey Wells, quien recientemente perdió la batalla frente al cáncer (la película está dedicada a ella) . Guionista de filmes tan disímbolos como George de la Selva (1977) y Bajo el Sol de la Toscana (2003), en Bajo la Misma Luna no hay riesgos, todo sucede de manera más bien predecible. La novedad radica en la forma en como la guionista desarrolla al protagonista femenino: Fei Fei no es una niña común, le gusta la ciencia, leer, las matemáticas y si, la cocina, pero no como una tarea destinada para su sexo, sino como parte de una tradición familiar y no como una imposición que la domine.

Así, más allá del extraordinario imaginario visual, de lo bien cuidado de sus imágenes, de los colores estrambóticos y los personajes caricaturescos, lo notable de Bajo la Misma Luna es que presente -de manera natural y no como para cubrir agendas- a un personaje femenino, a una niña, que no juega con muñecas, sino con hacer cohetes y viajar a la luna.

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