La razón por la cual Hugo López-Gatell usó su cuenta de twitter para desearle una pronta recuperación al Presidente fue, simple y sencillamente, porque el tabasqueño no quiso tomarle rápido la llamada. La relación entre AMLO y el Subsecretario de Salud está en su peor momento, aunque hacia afuera muestren lo contrario.

La actitud del Presidente es la de “no cruzar palabra con Hugo a menos que sea estrictamente necesario, o cuando se encuentren juntos en la mañanera, como cada martes”. El motivo del “muro de hielo” puesto por López Obrador hacia el médico no radica en su incapacidad para combatir la pandemia, sino a una deslealtad.

AMLO fue enterado de que López-Gatell busca ingresar a la OMS a través de recomendaciones de expertos que aún lo consideran “rescatable”. Y es que desde hace varios meses, el Subsecretario no se encuentra cómodo ante el trato que recibe tanto del Presidente, como de la mayoría del gabinete.

De hecho, varios morenistas de “hueso colorado”, (o amigos cercanos al Presidente), consideran que Hugo López-Gatell nunca debió ingresar al equipo por su pasado neoliberal, al igual que otros integrantes del gabinete. “Hugo ahora critica lo que él mismo defendía y ayudó a construir en gobiernos conservadores”, me dicen.

Fueron informantes de la propia OMS quienes enteraron al Presidente que López-Gatell estaba buscando ingresar al organismo, y quisieron saber si él estaba de acuerdo o enterado de tal asunto. De hecho, resulta curioso, pues semanas antes, la misma entidad internacional había solicitado al tabasqueño que, (apelando a su conciencia), removiera al Subsecretario de su función como estratega anticovid, situación que revelé en esta misma columna.

Resulta extraño que el propio López-Gatell no supiera, o quisiera ignorar, que la OMS ha mantenido comunicación con el Presidente, situación que tarde o temprano desembocaría en que el ejecutivo se enteraría de “sus planes de fuga”. Y así fue.

Por lo pronto, me confirman la existencia de una línea de “congelamiento” para el Subsecretario de Salud, situación que en todo momento negarán hacia afuera, pues así también lo ha instruido el Presidente. López-Gatell vive un infiernillo al interior de la 4T por sus resultados, necedad e inoportuno sentido del humor, mismos que terminaron cansando a su más férreo defensor: el propio AMLO.

Por cierto, Hugo López-Gatell no será relevado de su cargo, no hay alguien que quiera recoger su desastre, además, el Presidente lo quiere hasta el final, para tener, (en su momento), a quien señalar.

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