Se estima que en México hay 5 millones de niñas, niños y adolescentes que son víctimas de violencia sexual, una cifra que dista mucho de mostrar la magnitud del flagelo a lo largo del territorio nacional; es el segundo lugar a nivel mundial en turismo sexual infantil.

De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, somos el primer país en la generación de contenidos de pornografía infantil, que según un informe del Senado de la República de 2014, en México se generan hasta 34 mil millones de pesos anuales de pornografía infantil.

En 2017, la entonces Procuraduría General de República alertó que se detectaron más de 12 mil 300 cuentas de internet que se dedicaban a la distribución de fotos y videos que exhiben a niñas y niños explotados sexualmente.

La pornografía infantil y el turismo sexual infantil son modalidades del delito de trata de personas que, a nivel mundial, es el segundo negocio ilícito más lucrativo, solo después del narcotráfico, y principalmente vulnera a las niñas, niños y adolescentes.

La Red por los Derechos de la Infancia en México ha señalado que un factor importante en el aumento de la demanda de pornografía infantil ha sido el encierro asociado a la pandemia del Covid-19, porque ha derivado en una mayor cantidad de búsqueda y consumo de este tipo de contenido digital.

La Red Global de Organizaciones de la Sociedad Civil, que trabaja para poner fin a la explotación sexual de niños, señala que 8 ciudades presentan un aumento en la demanda: Playa del Carmen, Cancún, Guadalajara, Puerto Vallarta, Chetumal, Nuevo Laredo, Matamoros y Los Cabos.

Se tiene un cálculo de que cada hora entran alrededor de 66 depredadores sexuales a nuestro país, lo que suma mil 600 al día y cerca de 600 mil cada año. Un 36 por ciento provienen de Estados Unidos y Canadá; le siguen Inglaterra, Holanda y Alemania, entre otros.

Pero es un delito que no se denuncia, pues de las alrededor de dos millones de denuncias que se registraron en 2019, sólo 541 correspondieron al delito de trata de personas; dos mil 186 a corrupción de menores y 23 mil 630 fueron por abuso sexual.

Como principal impulso se requiere fomentar la denuncia, la prevención, investigación y persecución, combate y sanción de los delitos de explotación sexual y pornografía infantiles. Las víctimas exigen verdad, justicia y una reparación del daño que sea integral, adecuada, plena, efectiva y proporcional a la gravedad del causado.

Es urgente la armonización del Código Penal y de las leyes locales con la Ley General de Trata de Personas respecto de este tipo penal, porque en la actualidad contienen aberraciones muy graves, como el hecho de que Zacatecas la penalidad por robarse una vaca es mayor, de 4 a 12 años de prisión, en tanto que por el delito de pornografía infantil es de 4 a 8 años de cárcel.

Como sociedad no podemos cerrar los ojos, porque los datos son aterradores; vivimos en una situación de emergencia y es fundamental que autoridades de los tres niveles de gobierno, de los tres poderes del estado mexicano, los organismos autónomos, las organizaciones de la sociedad civil y la iniciativa privada, así como la sociedad mexicana en su conjunto, unamos esfuerzos para prevenir, atender, sancionar y erradicar la explotación sexual infantil y la pornografía infantil que está robando la inocencia, los sueños y la vida de miles de niñas, niños y adolescentes.

Maestra en políticas públicas. @Ale_BarralesM

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