Llegamos a la conmemoración del Día Internacional contra la Trata de Personas, con un escenario muy adverso en el que este fenómeno crece día a día y se diversifica a lo largo del territorio nacional; México está posicionado como el segundo proveedor de víctimas de trata hacia Estados Unidos, sólo por debajo de Tailandia.

La gravedad de esta pandemia no la conocemos, no contamos con estadísticas sobre el número de víctimas o un mapa sobre el comportamiento del fenómeno; lo que sí sabemos es que desde hace décadas la venta de seres humanos es el segundo negocio clandestino más redituable a nivel mundial, sólo por debajo del narcotráfico. Es importante construir sistemas de información detallados y confiables que se actualicen periódicamente para conocer y entender su evolución.

Hace unos días vimos cómo dos niños, fueron utilizados para robar a Dylan Esau Gómez Pérez, de 2 años 8 meses, de un mercado de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, donde su mamá trabaja.

La difusión del caso en las redes sociales, llevó a que semanas después la Fiscalía General de Oaxaca desmantelara una red encabezada aparentemente por tres mujeres: Maribel N, María Hortensia N y Juana N, quienes fueron encarceladas por el delito de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados.

Fueron rescatados tres lactantes de tres meses, 12 meses y 20 meses de edad así como 23 niños y niñas de entre los dos y 15 años de edad, con signos de desnutrición. Los menores de edad eran obligados a vender artesanías y debían cubrir una cuota para que tuvieran derecho a alimentos y a un espacio para dormir en la casa.

La Red por los Derechos de la Infancia en México, ha señalado que del 30 de abril de 2018 a el 13 de julio de 2020, la cifra de niñas, niños y adolescentes desaparecidos pasó de 6 mil 400 a 12 mil 657 casos.

En la pandemia sanitaria, las vulnerabilidades de las niñas, niños, adolescentes y mujeres se han hecho mucho más profundas, situación que en la trata de personas se aprovecha.

Organizaciones han denunciado que en estos meses no se han registrado rescates de víctimas de trata con fines sexuales, lo cual es grave porque si bien es cierto que hoteles y centros de entretenimiento están cerrados, de todas formas se lleva a cabo la trata de personas tanto en redes digitales, como en hogares privados.

En el aislamiento actual las niñas, niños y adolescentes están mucho más expuestos a los tratantes en las redes sociales, vía por la que, de acuerdo con especialistas, pueden ser captados en un lapso de horas.

Está claro que sigue creciendo el fenómeno, porque no hay una visión integral sobre la prevención, atención y erradicación de la trata de personas, cuyo delito es grave y complejo de investigar, porque es complejo cuando se da.

Es urgente adecuar el marco normativo conforme a los estándares internacionales del Tratado de Palermo, en específico con el Artículo 3, en el que se establece la definición de la Trata de Personas.

Sin duda la integración de órganos multidisciplinarios es fundamental, en los cuales se debe considerar la participación de la sociedad civil, la cual tiene el conocimiento sobre este fenómeno, pero además tiene permanencia.

Es importante el convenio que firmaron la Unidad de Inteligencia Financiera y el Consejo Ciudadano, para el decomiso de los bienes de los tratantes, pero para que sea efectivo, debemos ser muy enfáticos, se tienen que establecer las bases de coordinación con los tres niveles de gobierno, porque de lo contrario, no rendirá frutos.

Maestra en políticas públicas. @Ale_BarralesM

Google News

TEMAS RELACIONADOS