Han pasado más de cinco meses desde que México se sumó a la iniciativa Global Spotlight para prevenir y atender el feminicidio en cinco municipios de los estados de México, Guerrero y Chihuahua, pero esto no ha permeado, las cifras no disminuyen, cada dos horas y media le siguen arrebatando la vida a una mujer en nuestro país.

Las mujeres seguimos pagando el precio más alto como resultado de la desigualdad de género, la discriminación y los estereotipos negativos.

De acuerdo a estadísticas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Drogas y el Delito, este año ya suman más mil doscientos feminicidios en nuestro país; cifra que contrasta con las del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que reportan 729 carpetas de investigación por este delito.

Hace unos días Verónica, de 25 años de edad, salió de su casa para acudir a una fiesta de disfraces por el Día de Muertos y no regresó. Fueron sus vecinos de la colonia San Antonio Zomeyucan, del municipio de Naucalpan, Estado de México, quienes encontraron el cuerpo de la víctima cerca de su domicilio y avisaron a sus familiares.

Naucalpan y Ecatepec son dos de los cinco municipios donde las niñas, adolescentes y mujeres corren mayor riesgo de ser asesinadas, motivo por el que se puso en marcha la iniciativa Spotlight de Naciones Unidas y la Unión Europea que busca prevenir y atender el feminicidio, pero no ha permeado, la violencia sigue creciendo.

En Ecatepec fueron encontrados los cuerpos de dos mujeres, de 20 y 30 años de edad, en una zona conocida como la Barranca, en la colonia La Joya. Tampoco hay detenidos. Los cuerpos se encontraban maniatados a un árbol.

Estos casos son parte de la estadística del SESSNSP, que reporta que en octubre pasado se cometieron 91 feminicidios en el país, cifra que se mantiene en ascendencia desde junio pasado. A esto responde la celeridad con que después de conocer un caso llega otro caso.

Es una pandemia mundial que se ha instalado de manera grave en nuestras sociedades, que lastima a las sociedades y, por ende, nos lastima a todos. Es un flagelo que nos entristece, nos enoja pero que a la vez nos convoca a atender de manera urgente desde la trinchera donde nos encontremos.

Existe cansancio, rabia, desilusión y desconfianza porque los feminicidios se siguen cometiendo a lo largo del territorio nacional, arropados por la impunidad, en un 99 por ciento de los casos.

Esto ha convocado a no paralizarnos y por ello organizaciones, colectivos y familiares de las víctimas de feminicidio marcharon por segundo año consecutivo el 2 de noviembre pasado para que en el marco de la conmemoración de Todos los Santos, esa fecha sea denominado el “Día de las Muertas”. Es una expresión que resalta y enmarca que “ellas no se murieron de viejitas ni de enfermedades, fueron asesinadas, les fue arrebatada la vida”. Para demandar al Estado que instrumente acciones que frenen el feminicidio sin dilación y sin simulación.

El feminicidio es un tema en el que todavía no se tienen respuestas o las que se tienen son insuficientes porque la violencia que sufrimos está escalando cada día más.

Es importante reflexionar, por qué la sociedad produce el feminicidio, la violencia feminicida, la sociedad misma debemos hacer un alto para saber qué tipo de sociedad queremos, y a partir de ahí reconstruir las relaciones entre mujeres y hombres, en todos los espacios. No debemos permitir que se siga degradando el estado de derecho.



Maestra en políticas públicas.
(@Ale_BarralesM)

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