En el libro La paradoja de la globalización (2011), Dani Rodrik expuso un problema importante y muy actual: dice que cuando se revisan los tres factores que dominan en la actualidad el mundo de hoy (trilema), la globalización, el Estado nación y la democracia, se observa que no se pueden tener de forma simultánea los tres, sino sólo dos de ellos. Una estrategia de globalización puede ser compatible con una democracia liberal, pero se castiga al Estado nacional, o un Estado fuerte y una democracia pueden disminuir a la globalización. Se puede tener un Estado fuerte y una globalización intensa, pero sin democracia. ¿Cómo se puede aplicar este trilema al caso mexicano hoy en día?

En nuestro país tenemos una inserción global fuerte a partir del TLC y ahora con el T-MEC, que sigue siendo el modelo económico y comercial dominante. Hubo una fuerte privatización, un férreo control salarial y del déficit, con una estrategia exportadora que ha dominado el modelo económico los últimos 25 años. Con el tratado se mantuvieron los ejes del modelo y cambiaron algunas piezas como el incremento del salario y la reforma laboral. Al mismo tiempo, el Estado nacional tuvo una pérdida de capacidades, sobre todo por las diferentes capturas que hicieron grupos de intereses, desde las empresas nacionales y extranjeras, hasta el crimen organizado, que le quitaron fuerza al Estado. En todo ese tiempo se generó —poco a poco y con muchos obstáculos y dificultades—, una democracia electoral. Se cambió el régimen político y pasamos de un sistema de partido hegemónico a un país con pluralismo y alternancias. Salimos del fraude sistémico, pero entramos a los problemas del financiamiento irregular de las campañas.

Con el gobierno de la 4T se observa que la parte globalizadora sigue vigente y se ha ratificado en el T-MEC. Lo que ha cambiado es el papel y la densidad del Estado nacional. Este gobierno se ha propuesto recuperar al Estado, y superar las diferentes capturas que padece lo público. AMLO lo formula como la separación entre poder económico y poder político. Aquí se puede entender la voluntad de recuperar la soberanía en materia energética, y la iniciativa de reforma eléctrica. Al mismo tiempo, se puede ver el esfuerzo de combate al crimen y la creación de la Guardia Nacional, que no han dado muchos resultados. Con AMLO se ven altos contrastes: ha fortalecido algunas áreas de la administración y ha cancelado tratos de excepción con las grandes empresas a las que ha suprimido la condonación de impuestos, pero no ha querido hacer una reforma fiscal. Con su política de austeridad le ha quitado al gobierno muchos lujos y excesos, pero también ha debilitado capacidades públicas. A la democracia electoral le ha agregado la dimensión de la participación ciudadana en consultas populares y figuras como la revocación de mandato. Junto con ello AMLO ha establecido una crítica sistemática a los organismos constitucionales autónomos, sobre todo al INE y al INAI, y ha debilitado o desmantelado los del sector económico y de competencia.

Cuando se habla de los supuestos dos proyectos de país hay que tener mucha precaución para no caer en simplismos ideológicos. Tanto en el neoliberalismo como en la 4T la parte de la inserción global se mantiene. Donde hay diferencias es en la parte del Estado nacional con políticas para fortalecer la soberanía, sin embargo, no se observan otras piezas de un proyecto progresista, como una política industrial fuerte y una reforma fiscal. En la parte democrática existe una confrontación permanente con las instituciones electorales, cuya narrativa pasa por lo presupuestal y por la descalificación de algunos consejeros. La polarización y la intolerancia se han apropiado del espacio público.

En el trilema mexicano vemos que la globalización sigue, quizá puede tener algunas dificultades con la política soberanista, pero en general son compatibles. La parte más conflictiva es la democrática, en donde el regreso del partido dominante y el hiperpresidencialismo amenazan con lastimar los principios de la tolerancia y la libertad de expresión

Investigador del CIESAS.
@AzizNassif