El 19 de febrero de 1913, después de que Madero y Pino Suárez presentaran sus renuncias tras las presiones de Victoriano Huerta, Pedro José Domingo de la Calzada Manuel María Lascuráin Paredes ocupó interinamente el cargo de presidente de México, conforme se establecía en la Constitución de 1857. El ministro de Relaciones Exteriores ocupará la presidencia de la República cuando faltara el presidente. Su mandato duró tan solo cuarenta y cinco minutos, de las 17:15 a las 18:00 horas de ese mismo día.

Por otro lado, pese a que Lascuráin aconsejó al presidente Francisco I. Madero que dejase el cargo para guardar su vida, este fue asesinado junto al vicepresidente José María Pino Suárez por el general Victoriano Huerta. Tras ser arrestados en el Palacio Nacional, hicieron llegar sus dimisiones al Congreso por medio del mismo Lascuráin. Luego de entregar la renuncia, se negó a presenciar la ejecución de la sentencia aduciendo que su religión no le permitía tal cosa.

Sus únicos actos de gobierno fueron tomar protesta y nombrar a Victoriano Huerta secretario de Gobernación, para después presentar su renuncia y que este accediera a la presidencia por mandato constitucional.

Abogados y expertos en derecho constitucional dicen que el acto en cuestión se llama, técnicamente, una chicanada, una argucia legal, por decir lo menos. La historia, hace no menos de setenta y dos horas volvió a repetirse, para enseñanza, esperamos, no para seguir con ese triste destino. Vamos a los hechos.

Samuel García por allá por 2017 se convirtió en el líder del partido Movimiento Ciudadano en el estado de Nuevo León de manera provisional sucediendo a Pilar Lozano MacDonald, cargo en el que permaneció hasta el 2 de agosto de 2019. En enero de 2018 se registró como precandidato al Senado de México por el partido Movimiento Ciudadano. El 1 de julio ganó la elección junto a su compañera Mariana, la chica de los tenis fos-fo-fos-fo.

El 6 de febrero de 2021 se confirmó la candidatura de Samuel García a la gubernatura de Nuevo León, por parte de Movimiento Ciudadano. La candidatura fue criticada pues, a decir de muchos, se ha posicionado como una especie de influencer de la política. Sin embargo, Samuel García ganó la gubernatura ese mismo año.

El 5 de diciembre de 2022, apenas con poco más de un año en el poder, anunció públicamente sus aspiraciones para obtener la candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano para el 2024.

¿Qué ocurrió después?

Dimite el gobernador García para contender como candidato a la presidencia de la república. En el inter, el Congreso de Nuevo León nombra un interino. Cargo que recae en Luis Enrique Orozco, el nuevo Lascuráin. Ante un alud de dimes y diretes, Samuel García se opuso terminantemente a este nombramiento.

El estado podría haberse incendiado pues nunca quiso aceptar el gobernador con licencia al interino impuesto. Asomándose por primera vez al peor escenario, Samuel García abandonó este fin se semana sus aspiraciones de competir por la presidencia de la República en las elecciones de 2024 luego de que su deseo provocara una serie de conflictos en Nuevo León, estado para el que fue elegido gobernador en los comicios ya mencionados.

El Congreso estatal aprobó este lunes el regreso de Samuel García como gobernador. En un acuerdo de último minuto, primero Luis Enrique Orozco anunció su renuncia como mandatario sustituto. Argumentó que lo hace por falta de condiciones y para preservar la gobernabilidad. En una sesión de poco menos de 20 minutos, los diputados neoleoneses han aprobado por unanimidad la renuncia del sustituto. Acto seguido, aprobaron por mayoría de votos la reincorporación del gobernador electo a sus funciones tras declinar la licencia de seis meses para contender como candidato a la presidencia de México.

De este modo, se cierra la crisis política vivida durante los últimos días en el estado norteño. El espíritu de Lascuráin debe estar tendido en su tumba, tendido de risa, tendido de ironía.

Vamos a ver, ¿qué vimos exactamente durante esta crisis? Un congreso que, con la ley de su lado, no cedió a los requerimientos del gobernador con licencia que amenazaba con una crisis desde su propia posición política. AMLO inmiscuyéndose en las actividades del estado, opinando, culpando (“son movimientos erráticos de Claudio X. González”), deponiendo, poniendo, haciéndose el gracioso y dando una de sus perversas opiniones, La SCJN puede dar golpe de estado.

La SCJN mantuvo una posición firme ante los embates del señor presidente. Ley en mano puso en claro que las aspiraciones de Samuel García no eran legales, apuntaladas con argumentos leguleyos. La corte fungió en actitud correcta. Merece el reconocimiento y aplauso de la ciudadanía entera. Los jueces fueron jueces, no como señala el presidente, esbirros de fuerzas oscuras.

El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre Nuevo León, en específico, la suspensión otorgada por el ministro Javier Laynez Potisek para respaldar el nombramiento de Luis Enrique Orozco como gobernador interino a partir del 2 de diciembre pasado, cuando empezaba la licencia de Samuel García.

Luego de la resolución de la Corte, Samuel García informó que dejaba la contienda presidencial y continuaba con sus funciones de gobernador por lo que Nuevo León tuvo dos mandatarios: Luis Enrique Orozco Suárez que fue designado como interino y García, quien se empeña en regresar a su cargo pese a que su licencia sigue vigente.

Es decir, aunque la aspiración de nuestro país de refrendar la existencia de los tres poderes, en la práctica, los mismos poderes de la nación mantienen una lucha que fomenta el ejecutivo, el jurídico se defiende y el legislativo dispone y opone leyes, soluciones, interinatos en un desorden más de un salón de clases de secundaria que de los congresos.

Es más, la analogía con la secundaria es muy acertada, sin falsa modestia, pues vemos insultos, golpes, gritos, burlas, una diputada que canta “Solo le pido a Dios” y otros que danzan exhibiendo pancartas donde se hace mofa de todo… y de nada. La crisis de los poderes es más evidente ahora que nunca.

Claro, el Congreso neoleonés se mantuvo firme. Vimos una oposición conservando su estatuto, apoyándose en la ley. Pero, sobre todo, no cedieron ni a amenazas ni a otras “motivaciones”, conocidas en la actuación política. Más claro, se pusieron la camisa del legislador. En nuestro tiempo, es de admirarse. Otro aplauso.

A esto, Lascuráin debe estar sentado a la siniestra de Maquiavelo, viendo como unos y otros se arrebatan el poder convirtiéndolo en pelota de voleibol, de una mano a la otra, no quedando en ninguna y finalmente, resolviéndose las cosas gracias a la firme posición de SCJN y Congreso del estado. Dos de los tres poderes actuaron como se debe. He ahí lo interesante de esta situación.

Estado con dos gobernadores, dice el viejo refrán, malo es de guardar.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS