El pasado 20 de octubre, la rectoría de la Basílica de Guadalupe informó a la Arquidiócesis de México que, en conjunto con el gobierno federal y capitalino, se decidió suspender los festejos guadalupanos de diciembre, para evitar aglomeraciones. A la fecha, no hay una decisión concreta; sin embargo, autoridades eclesiásticas y gubernamentales han expresado que todo depende del semáforo Covid.

“Es importante contar con el apoyo de todas las diócesis y, en especial, de las aledañas a la propia Arquidiócesis, a fin de alentar a la población a celebrar a la Virgen sin generar situaciones que puedan aumentar el riesgo de contagio”, expresó Salvador Martínez Ávila, rector de la Basílica de Guadalupe, en la carta que envió a la Arquidiócesis liderada por el cardenal Carlos Aguiar Retes.

Ocho días después, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, reconoció que el desplazamiento de peregrinos desde distintos puntos del país a la Basílica podría implicar un riesgo “elevadísimo” de contagios.

“Lamentablemente podría revertir el éxito que se tiene en 20 entidades que actualmente se encuentran en fase de descenso de casos”, dijo.

En la última actualización del semáforo de riesgo, la Ciudad de México permaneció en color naranja, pero se enfatizó en que, debido al incremento de contagios y hospitalizaciones, está muy cerca del rojo, por lo que las peregrinaciones y las celebraciones a la Virgen de Guadalupe elevarían la posibilidad de retornar a dicho semáforo.

A pesar del plan que autoridades de la Basílica presentaron a las autoridades, en el que proponen que el templo permanezca abierto con la condición de que los fieles sólo pasen ante la imagen de la Virgen y se retiren, la jefa de gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, dijo que esta decisión no está definida: “No hay certeza de que va a estar abierto (...) Vamos a tener reuniones y esperamos la próxima semana dar una comunicación conjunta”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses