Este año, Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) tiene asignado un presupuesto de 800 millones de pesos para concluir con el rediseño de la navegación del sistema aeroportuario mexicano, el cual comprende a los aeropuertos de la Ciudad de México, Toluca y Santa Lucía.
El presupuesto para este proyecto se modificó en los últimos dos años por diversas causas.
En 2020, los recursos asignados para equipar al Seneam para hacer funcionar de manera simultánea los tres aeropuertos, pero principalmente el de la Ciudad de México (AICM) y el Felipe Ángeles (AIFA) ascendieron a 563 millones 506 mil pesos.
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Para 2021 fueron asignados 3 mil 164 millones de pesos, pero el 7 de enero de ese mismo año se redujo el presupuesto en mil 402 millones, y el 12 de febrero hubo un segundo recorte por 962 millones 169 mil pesos. Con los ajustes, al final del año pasado el gasto asignado a este proyecto quedó en 800 millones de pesos, según información de la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Debido a lo anterior, se recalendarizó la cartera de inversión y se transfirieron 800 millones de pesos para el ejercicio fiscal 2022, importe correspondiente a las metas que no se pudieron llevar a cabo en 2021 por falta de recursos, aclara Hacienda.
El proyecto del rediseño del espacio aéreo tendrá un costo de 4 mil 610 millones de pesos, únicamente en adquisición de equipo para instalar la tecnología conocida como PBN (Procedimientos de Navegación Basada en el Performance).
Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas, comentó que este presupuesto no considera lo que se le pagó a NavBlue por hacer el rediseño del espacio aéreo, sino únicamente la adquisición de equipo para poder operar ambos aeropuertos.
Con el presupuesto asignado, el Seneam debe adquirir equipo como un sistema de procesamiento de comunicaciones VCS, uno de aumentación basado en tierra, uno de aterrizaje por instrumentos, de multialteración, de radar primario de vigilancia con canal meteorológico y secundario monopulso, por mencionar los más caros.
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En una entrevista previa, el subsecretario de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, Rogelio Jiménez Pons, reconoció que el presupuesto podría ser causa del malestar laboral entre los controladores aéreos, dado a conocer a raíz de un incidente registrado en el AICM el sábado anterior entre dos aviones de Volaris.
Pero, independientemente del presupuesto, a menos de dos meses de entrada en operación del AIFA, ya se puso en evidencia que el rediseño del espacio aéreo no descongestiona al AICM, sino que eleva el riesgo de las operaciones, dijo Casas Lías.
“Ahora hay una mayor cercanía entre los aviones, tienen que hacer una ruta más larga al aproximarse a la Ciudad de México. Los aviones se van más hacia el sur, generando más ruido. Y se incrementó el riesgo de incidentes en el AICM. Ya es un rotundo fracaso, pero políticamente no lo van a reconocer”, indicó.
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