Joana Gaytán tiene 42 años y vive en Morelia, Michoacán. Su vida cambió cuando le detectaron cáncer de mama, pero el padecimiento hizo metástasis en el cerebro e interpuso un amparo con el propósito de surtir su medicamento, que cuesta 150 mil pesos al mes, y además tiene a la venta su casa y pide un millón 300 mil pesos por el inmueble.

Cabe señalar que el amparo interpuesto por Joana fue rechazado y piensa interponer otro recurso para acceder a los medicamentos que requiere durante un año.

En el año 2022 le detectaron cáncer en el seno derecho, por lo que recibió atención médica en el IMSS, en donde recibió 16 quimioterapias. Sin embargo, el especialista informó que no funcionó el tratamiento y el carcinoma hizo metástasis en el cerebro, por lo que el 15 de octubre de 2023 le informaron el segundo diagnóstico, pero tuvo que ocupar un seguro particular, ya que en la entidad no funciona el acelerador lineal que sirve para las quimioterapias de los pacientes e interpuso un amparo para que tenga acceso a sus medicamentos, que oscilan en 150 mil pesos al mes.

La señora Gaytán expresó que inició con un dolor fuerte en la espalda y pensó que era por exceso de trabajo. Tomó la decisión de ir a urgencias y confirmaron el avance de la enfermedad en el seno.

Previamente a la detección de su padecimiento “era muy feliz, me gustaba mucho mi trabajo, llevaba estándares de la marca, era subgerente”, dice. Con lágrimas, recuerda el giro que dio su vida ante dicho padecimiento.

Al continuar su tratamiento tras la recaída, los doctores le comentaron a Gaytán que debía viajar a Celaya para recibir atención, ya que el equipo no servía.

“Me mandan sesiones de radioterapia en cerebro y columna, pero en Morelia no sirven los aceleradores lineales; me mandaron a Celaya”, indica.

Se trasladó a dicha entidad para tratarse y le realizaron 40 sesiones de radioterapia en un hospital particular. Pagó 350 mil pesos con un seguro privado que tenía por medio de su trabajo. Sin embargo, pagó 33 mil pesos por gastos adicionales y también usó sus tarjetas, y la deuda ascendió a 78 mil pesos.

En cada ocasión que viaja a Celaya gasta 4 mil pesos en hospedaje, alimentación, casetas y gasolina, es decir, 16 mil pesos al mes.

Cabe señalar que Joana interpuso un amparo para que el IMSS cubra el gasto del tratamiento completo por un año, pues el medicamento que requiere es enhertu (fam-trastuzumbab), a un costo de unos 150 mil pesos cada 21 días, ya que requiere de 300 mililitros.

Joana reiteró que el oncólogo se ha portado grosero por el amparo que interpuso. “Me dijo que ya no me atendería de manera particular por el recurso. Lo que pido es que el IMSS me pueda cubrir el tratamiento que me mandó de manera particular. Ya no tengo dinero, mi casa no se vende aún”.

El especialista, que también trabaja en el IMSS, le recetó otro medicamento en el sector Salud, capecitabina, que le genera efectos secundarios agresivos.

Joana tiene a la venta su casa en Morelia, Michoacán, para cubrir su tratamiento o viajar a Estados Unidos para tener una mejor calidad de vida. “En México veo mucha mortalidad por la enfermedad y yo he visto que allá la gente ha salido adelante”, dice.

Ella es madre de familia y una de sus motivaciones para seguir adelante son sus dos hijos.

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