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Los compradores que acudieron a la subasta de bienes inmuebles, realizada ayer en Los Pinos por el gobierno federal, desdeñaron las casas de los narcotraficantes que se ofertaban desde 249 mil pesos hasta más de 32 millones de pesos.

Durante la subasta organizada por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), fueron ofertados 27 inmuebles; sin embargo, sólo se vendieron nueve lotes, los cuales recaudaron 56 millones 643 mil 364 pesos.

El monto total de lo vendido no representó ni 50% de la suma de los precios de salida de los bienes ofertados, que ascendía a 168.4 millones de pesos.

A pesar de ello, Ricardo Rodríguez Vargas, director del SAE, descartó que los 18 lotes desiertos signifiquen un fracaso.

“En una subasta de bienes inmuebles sería algo inédito que se vendieran todos, estamos en rango normal, de hecho un poco arriba de lo normal”, señaló.

Explicó que de lo recaudado, 51 millones serán entregados a los municipios más pobres de la sierra de Guerrero, y el resto se destinará para resarcir el daño a las víctimas de la delincuencia organizada.

Los inmuebles ofertados se ubican en 12 entidades de la República: Estado de México, Querétaro, Baja California Sur, Oaxaca, Morelos, Sonora, Quintana Roo, Colima, Baja California, Tamaulipas, Ciudad de México y Sinaloa.

Lo que sí se logró vender en 14 millones 313 mil pesos, fue una casa ubicada en la calle Peñas 274, colonia Jardines del Pedregal en la Alcaldía Álvaro Obregón, incautada por la extinta PGR.

También fue vendida una casa propiedad de Raydel López Uriarte, El Muletas, supuesto miembro del Cártel de los Arellano.

El bien más caro que el gobierno logró vender fue una casa en Paseo de San Carlos 101, fraccionamiento San Carlos, en el municipio de Metepec, Estado de México. El imbueble fue inacutado por la PGR y sus compradores pagaron 22 millones 100 mil pesos.

Les hacen el feo. Aunque entre los bienes más llamativos estaban el departamento de Arturo Beltrán Leyva, en Cuernavaca, y el rancho del suegro de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, ninguno fue comprado.

La mayor apuesta económica del gobierno federal para la subasta era el rancho Los Tres García, ubicado en Naucalpan, cuyo precio era de 32 millones 91 mil 533 pesos. El lugar perteneció a Carlos Montemayor, El Charro.

En la lista de lotes también estaba el departamento 202 del edificio Elbrús, ubicado en Cuernavaca, Morelos. Dicho inmueble fue donde elementos de la Marina abatieron a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, exlíder fundador del Cártel de los Beltrán Leyva.

El departamento aún presenta los boquetes de los disparos realizados durante el enfrentamiento, manchas de sangre y los desperfectos naturales del paso del tiempo.

Los asistentes también desdeñaron la casa de Francisco Javier Arellano Félix, El Tigrillo, uno de los líderes del extinto Cártel de Tijuana. El inmueble se ofertó en 15 millones 303 mil pesos y está ubicado en el lote 1 manzana 4 del fraccionamiento Campestre Rancho Leonero en Santiago Los Cabos.

Otro lote que tampoco fue vendido fue el conformado por tres departamentos del edificio 505 de la calle Santa Teresa, en Reynosa, Tamaulipas, donde fue detenido Mario Armando Ramírez Treviño, El X20, vinculado con el Cártel del Golfo y Los Zetas.

También se declaró desierto el lote de la casa en Jiutepec, Morelos que fue incautada a Raúl Flores Hernández, El Tío, supuesto operador financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y cuyos negocios ilícitos fueron vinculados con el futbolista Rafael Márquez y el cantante Julión Álvarez, a quienes el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló entre la lista de personas relacionadas con el narcotráfico y en México las autoridades congelaron sus cuentas.

Su precio de salida fue de seis millones 419 mil pesos

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