Tras advertir que México actuó tarde y tomó decisiones equivocadas para enfrentar la pandemia de Covid-19, exsecretario de Salud (2000-2006), considera que es momento de acelerar el a fin de proteger a los mexicanos de nuevas variantes del virus.

Asegura que el gobierno federal debería ser el más interesado de que la prioridad número uno del país sea salir de la pandemia y no el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas; que debe dedicar cada centavo a la compra de vacunas, “concentrando toda la energía en vacunar a la gente, porque no sólo es superar la pandemia, también es recuperar la economía”.

En entrevista con Frenk Mora lamenta que se haya politizado la vacunación y advierte que uno de los grandes problemas de los dos primeros años del gobierno de la 4T, es que ha tenido “una obsesión ideológica de descalificar el pasado”.

Recuerda que México tenía un plan nacional de vacunación reconocido a nivel mundial, con una de las coberturas más altas y un esquema muy completo de vacunación, pero “con la constante ideología en desacreditar todo lo que hubo antes se debilitó”.

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A un año de la llegada de la pandemia a México, subraya que se trata de una emergencia sanitaria sin precedentes, “un reto enorme, que desgraciadamente el gobierno mexicano fue incapaz de tener una respuesta a la altura de este reto, porque el diagnóstico es muy claro. Por los resultados y el número de muertos, México se encuentra entre los países con el peor desempeño”.

El presidente de la Universidad de Miami enfatiza sobre el plan de vacunación: “Espero que aceleren el paso, porque al ritmo que vamos, serán meses y meses que tardaremos en salir de esto. Mientras más casos existan, habrá más peligro de que surjan las variantes.

“Estados Unidos, con el exceso de vacunas que compró, ayudará a México porque tiene que haber muchísimas vacunas para poder avanzar, pero tiene que haber una logística, hay que acelerar el proceso de vacunación”.

Explica que las variantes es la evolución natural de los virus, que infectan al cuerpo humano y cada vez que se reproduce el virus hay peligro de que haya una mutación en el material genético, y las dos formas de reducir la transmisión son: la primera opción es con la vacuna, y la segunda es con las medidas de salud pública que se han sugerido desde el inicio de la pandemia.

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“Pero México fue muy lento en adoptarlas, como el uso universal del cubrebocas, esta acción solita se debió haber decretado desde el primer día, porque es útil en reducir la transmisión; el hecho de que el Presidente hasta la fecha se niegue a usarlo, confunde”.

El exsecretario de Salud dice que genera mucha sospecha que el plan de vacunación se haga con fines electorales y ataja:

“Uno de los grandes problemas de estos dos primeros años de gobierno, es que ha tenido una obsesión ideológica de descalificar el pasado. México tenía un plan nacional de vacunación reconocido mundialmente, con una de las coberturas más altas y un esquema muy completo de vacunación, con la constante ideología de desacreditar todo lo que hubo antes, se debilitó.

“Cambiaron los segmentos para la compra de vacunas y ahora hay un desabasto, vacunas sencillas y mucho más baratas como la del sarampión, porque en 2020 en México hubo el mismo número de casos de sarampión que hace 20 años, pero nadie le puso atención porque todos estábamos preocupados con el coronavirus, pero hubo una epidemia paralela de sarampión por el desabasto de vacunas”.

Frenk agrega: “Yo quisiera que el gobierno aprenda de los errores en lugar de estar desacreditando todo, echando a perder cosas que funcionaban muy bien, en desacreditar el pasado con una pésima forma de gobernar, porque los resultados son muy malos, ahora hay que reconstruir todo. Es preocupante la forma en la que se ha estado politizando la vacunación, obviamente con la sospecha de que ahora las vacunas se están usando con fines electorales, representa un retroceso para México.

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“En los años ochenta, el país contaba con un programa de vacunación muy bueno, con el doctor Guillermo Soberón o el doctor Jesús Kumate, científicos de renombre a nivel internacional, a quienes nunca se les ocurrió politizar o hacer uso electoral en algo así, lo cual actualmente genera mucha sospecha. Que se entienda que no se debe politizar la salud pública de forma electorera, porque va a fracasar todo el operativo”.

A un año de la pandemia y con las diversas vacunas que están llegando al país, comenta: “Desde el principio se perdió mucho tiempo, antes de que la OMS declarara al Covid 19 como pandemia, el pasado 11 de marzo, mucho antes ya se veía venir. En lugar de tomar medidas rápidas, como países que lo hicieron bien, como el acopio de pruebas, darse cuenta de que esto era una emergencia, ya lo estaban diciendo todos los expertos incluyendo mexicanos, se minimizó diciendo que no era muy grave y que no había ningún problema; desde ahí perdimos tiempo muy valioso.

“Y cuando esto se declaraba como pandemia, se perdió muchísimo más tiempo al decir que no era necesario hacer pruebas, México era el único país que declaró como materia de política pública que no eran necesarias las pruebas, un gran error garrafal, pues se tenían que hacer desde el principio; ahora, México se tardó en meter su orden de vacunas. Y lo que también es triste es que el gobierno se ha dedicado a atacar a la ciencia, a quitar fideicomisos”.

Frenk enfatizó lo que debe ser prioridad para el gobierno, así como lo que considera que el uso del cubrebocas debería usarse de forma universal.

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“El gobierno debería ser el más interesado de que la prioridad número uno es salir de la pandemia, no es el Tren Maya o la refinería, etcétera. Habría que dedicar cada centavo a la compra de vacunas, concentrando toda la energía en vacunar a la gente, porque no sólo es superar la pandemia, también es recuperar la economía.

“El uso del cubrebocas obligatorio en todo el territorio, evitar aglomeraciones, hacer pruebas para detectar los casos de contactos y ponerlos en cuarentena, esta combinación es tan eficaz como vacunar; no debe existir temor en usar cubrebocas, es una acción de salud pública, no te hace más fuerte o más débil, es una señal de que uno es considerado con los demás.

“La consecuencia de no hacerlo es que hay más transmisión, por eso se producen más variantes y para reducir éstas, al igual que la transmisión, es tan eficaz como la vacunación. El asunto es que la gente tiene que hacerlo, y no lo ha hecho porque el gobierno tiene una estrategia de comunicación errática, contradictoria y poco clara. La evidencia científica del uso de éste, reduce de manera significativa la transmisión, debe ser universal, porque protege al que lo usa y también a los demás”.

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Sobre la especulación de que la vacuna de AstraZeneca se suspendió en varios países de Europa por causar coágulos de sangre en la cabeza y que México la siga usando, opinó: “No hay una evidencia científica de que la vacuna de AstraZeneca cause coágulos. Por ejemplo, Reino Unido no la ha suspendido, la gente tiene coágulos por otras razones y puedo pronosticar que en unos días los países que la han interrumpido, la volverán a retomar, porque es una vacuna que pasó todas las pruebas, es muy buena, segura y eficaz. Desgraciadamente se reacciona con anuncios que generan mucha inquietud. De hecho, el 18 de marzo los países europeos reanudaron el uso de la vacuna de AstraZeneca”.