Durango, Dgo.— Hasta hace unos días los líderes nacionales del PAN, Marko Cortés; del PRI, , y del PRD, Jesús Zambrano, eran amigos inseparables y a todos los lugares públicos iban juntos. Hoy, la reforma constitucional que amplía hasta 2028 la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles los tiene distanciados, la alianza Va por México está al borde de la ruptura y ellos ya ni se hablan.

Los tres dirigentes acudieron a la toma de protesta del ahora gobernador de Durango, el priista Esteban Villegas, a quien impulsaron en conjunto, pero el panista y el perredista pintaron su raya y el propio Zambrano le dio la vuelta a Alito para no saludarlo.

El líder de Acción Nacional llegó sonriente a la sesión solemne del Congreso de Durango acompañado del presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, en tanto que Jesús Zambrano entró al recinto junto con el coordinador de su partido en San Lázaro, Luis Espinosa Cházaro.

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Atrás de ellos ingresó Alejandro Moreno en compañía del coordinador de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdez, y de Carolina Viggiano Austria, secretaria general del PRI.

Cortés y Zambrano no saludaron ni platicaron en público con el dirigente del tricolor, y cada uno se dirigió a sus respectivos asientos en primera fila. Sin embargo, minutos antes, en un salón privado donde reunieron a gobernadores, legisladores y otros invitados especiales, los dirigentes del PAN y el PRI se vieron de frente, vino un frío saludo, pero no dialogaron.

“Hemos dicho con claridad que ya no habrá relación [con Alejandro Moreno] porque ya se perdió la confianza con la dirigencia nacional del PRI, porque se deshonró la palabra y se incumplieron los acuerdos”, afirmó lapidario Marko Cortés más tarde ante los reporteros.

El presidente del PRD, Jesús Zambrano, confirmó que no tuvo ningún contacto “ni en público ni en privado” con el dirigente del tricolor, a quien evadió en todo momento al mantener su postura de rechazo a la actuación del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados con relación a la reforma que extiende el plazo de las Fuerzas Armadas en las calles.

Antes de que Esteban Villegas rindiera protesta como gobernador, Alito Moreno saludaba y se tomaba selfies con algunos invitados, como el mandatario de Oaxaca, Alejandro Murat, mientras Marko Cortés platicaba con el diputado Creel Miranda y Jesús Zambrano hacía lo propio con el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Ángel Mancera.

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Minutos después, hizo su arribo el nuevo gobernador de Durango, Esteban Villegas, acompañado del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quienes dedicaron más de 20 minutos a saludar a quienes ocuparon la primera fila de invitados.

El titular de la Segob apenas y saludó al panista Marko Cortés, cruzó unas palabras con Alejandro Moreno, pero con quienes más se detuvo a platicar, por separado, fue con los senadores Manuel Añorve, del PRI; Miguel Ángel Mancera, del PRD, y Manuel Velasco, del Verde.

Una vez que el gobernador y el secretario de Gobernación llegaron al final de la primera fila dieron la media vuelta para tomar sus lugares en el presídium, pero en su camino Adán Augusto volvió a encontrarse con el presidente del PRI, con quien dialogó nuevamente, lo tomó del hombro e incluso ambos rieron por algún comentario o broma.

Junto al exmandatario estatal de Chiapas el cantante Julión Álvarez, invitado especial del gobernador Villegas, robó cámara y también platicó brevemente con el secretario de Gobernación, quien también con él se mostró de muy buen humor.

Al término de la ceremonia, el dirigente tricolor se apresuró a salir del recinto, junto con algunos otros priistas: los gobernadores de Oaxaca, Alejandro Murat, y Coahuila, Miguel Riquelme; los diputados Rubén Moreira y Carolina Viggiano, y el senador Manuel Añorve, este último quien reafirmó su afición por tomarse algunas selfies con el secretario de Gobernación y otros funcionarios de la 4T.

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