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A seis meses de las elecciones para renovar la Cámara de Diputados, Morena tiene una cómoda ventaja de dos a uno sobre el PAN y el PRI, sus competidores más cercanos. Así lo indica la encuesta nacional en vivienda más reciente, realizada por Buendía & Laredo en exclusiva para EL UNIVERSAL. Mientras que Morena cuenta en este momento con 32% de la intención de voto, PAN y PRI registran 17% y 16%, respectivamente. En conjunto, los otros siete partidos que competirán en la elección intermedia suman 18% de las preferencias.
El estudio revela que sólo 27% de los ciudadanos sabe que el próximo año se llevarán a cabo los comicios para elegir diputaciones federales. En los estados que renovarán gubernaturas también predomina el desconocimiento sobre la fecha de la elección (sólo 24% mencionó el año correcto). Esto significa que por ahora los ciudadanos no están atentos a la arena electoral y que probablemente sus preferencias políticas se modifiquen en los próximos meses conforme reciban más información sobre los partidos y sus candidatos.
El posicionamiento del partido en el gobierno es por mucho el más sólido de todas las agrupaciones partidistas: 54% de los entrevistados tienen una opinión positiva de Morena y sólo 23% una opinión negativa. Su balance de opinión es de +31; el PRI, por el contrario, tienen un balance de opinión abrumadoramente negativo (-31), mientras que Acción Nacional cuenta con una imagen menos desfavorable, pero todavía negativa (-11).
Sin embargo, al analizar el posicionamiento de los partidos a lo largo del tiempo, se aprecia que la luna de miel con Morena se ha ido desvaneciendo de manera paulatina. Sus números fueron extremadamente positivos en el primer año de gobierno, pero las posturas críticas han comenzado a aparecer. Por el contrario, las cifras del PAN y del PRI fueron poco favorables el año pasado, pero hoy registran una ligera tendencia al alza.
Durante los primeros meses en el gobierno, Morena se benefició del denominado “efecto de irse con el ganador”. En febrero de 2019 llegó a tener 52% de la intención de sufragio; no obstante, la distancia que mantiene con respecto a los demás partidos se ha ido acortando con el transcurso del tiempo.
Para entender el posicionamiento electoral de Morena es menester analizar a los ciudadanos que se declaran apartidistas o independientes. Este grupo es determinante en el agregado de la intención de voto, porque significa casi la mitad del electorado (45%). Morena goza del apoyo de una cuarta parte de los independientes que a su vez muestran poca simpatía por sus principales rivales —el PAN y el PRI—, y prefieren inclinarse por otras alternativas en la oposición.
Un dato notorio de la encuesta es que Morena disfruta sólo de la mitad del apoyo que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador. Mientras que la aprobación presidencial es de 64%, Morena tiene 32% de la intención de voto. El partido cuenta con amplio respaldo entre quienes aprueban con mayor intensidad al Jefe de Estado (aprueban mucho), pero quienes lo aprueban parcialmente son más reticentes a votar por su partido.
De ahí la importancia de la tasa de conversión de la aprobación presidencial en preferencia electoral, es decir, cuántos puntos en intención de voto obtiene el partido en el gobierno por cada punto de aprobación presidencial. A seis meses de la elección, la tasa de conversión es de 0.5, cifra similar a las de Vicente Fox y Felipe Calderón. Enrique Peña Nieto tuvo una tasa de conversión más alta, aunque su aprobación fue sustantivamente menor.
En síntesis, a seis meses de la elección intermedia, Morena inicia con una ventaja holgada y con un posicionamiento muy favorable. La oposición se encuentra fragmentada y ni PAN ni PRI han podido consolidarse como el principal rival opositor.