advierte una dicotomía ideológica en el gobierno a cargo de Andrés Manuel López Obrador, pues mientras los programas sociales pueden calificarse como un proyecto de izquierda se observa una política económica que no lo es, porque se siguen arrastrando prácticas de hace 40 años, es poco democrática y concentra la riqueza en lugar de distribuirla equitativamente.

El tres veces candidato presidencial de la izquierda mexicana, que en 1988, 1994 y 2000 se aglutinó en torno a él, sostiene en entrevista con EL UNIVERSAL que nuestro país está urgido de un proyecto de democracia muy profunda y progresista, que permita superar los problemas de desigualdad social y de crecimiento económico que requiere la nación.

En la biblioteca de la que fuera casa de sus padres, el ingeniero Cárdenas analiza la situación nacional, califica como “preocupante” la violencia en el proceso electoral en curso, deja en claro su alejamiento de los partidos políticos, pero no del análisis político de fondo. Establece: “Opino cuando creo necesario opinar”.

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El ingeniero Cárdenas deja en claro el sentir antireeleccionista en México.

“Yo espero que esto se mantenga si hablamos del gobierno de la República y gobernadores”.

Opina también de los proyectos económicos que impulsa la llamada Cuarta Transformación: “Yo no veo que sean inviables los proyectos, no veo razón para decir que sean inviables, yo creo que se están realizando. No sé si van de acuerdo con los tiempos programados o no, pero yo no veo ninguna inviabilidad de los proyectos”.

¿Hace unos días dijo que este gobierno no es de izquierda?

—Señalé que hay rasgos que me hacen pensar, por ejemplo, que la política económica no lo es, porque no es una política contracíclica, sino una política cíclica la que se está aplicando, una política que concentra la riqueza en lugar de distribuirla equitativamente.

Por otro lado, me parece que los programas de apoyo a los adultos mayores, las becas de jóvenes, etcétera, son programas que bien pueden calificarse en un proyecto de izquierda, eso me parece que es muy claro.

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¿Hablamos entonces de una dicotomía?¿De izquierda por un lado y de derecha por el otro?

—Yo creo que el decir que sí es de izquierda o no es de izquierda son simplemente apreciaciones que uno mismo hace, son autoevaluaciones. Yo puedo decir estoy o no estoy, pero soy yo, lo que los demás piensen es otro cuento.

En mi caso creo que tiene rasgos muy claros de izquierda y tiene algunas otras cuestiones donde yo no lo calificaría en esos mismos términos, pero, repito, no me gusta tanto la geometría, sino hablar de los contenidos, por eso hablo de la política económica, porque me parece que es una política económica que no se corresponde con un programa que pudiéramos llamar democrático o progresista.

¿Por qué le parece que esta política económica no es democrática?

—Porque es una política que venimos arrastrando de 40 años para acá, donde se concentra la riqueza y no hay crecimiento; no hay el crecimiento que sería deseable, que demanda el país, y que demanda la población también.

Muchos recursos están siendo invertidos en proyectos prioritarios como Dos Bocas, Santa Lucía y el Tren Maya. ¿Son proyectos viables?

—Yo no veo que sean inviables los proyectos, no veo razón para decir que sean inviables, yo creo que se están realizando.

No sé si van de acuerdo con los tiempos programados o no, pero yo no veo ninguna inviabilidad de los proyectos.

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¿Este gobierno está a tiempo de hacer un viraje en materia económica?

—Todo gobierno está siempre a tiempo de hacer un viraje, que lo vaya a hacer o no, no lo sé decir, y cuál va a ser ese viraje tampoco le podría decir. Yo no estoy proponiendo al gobierno que haga ningún viraje.

¿Cómo ve el futuro de la izquierda en México?

—Yo veo necesario un proyecto de democracia muy profunda, progresista, donde podamos superar todos los problemas de desigualdad social, de crecimiento económico, de romper eslabones de dependencias que tenemos respecto al exterior.

Me parece que esto es indispensable si queremos que el país prospere y que haya una equidad en las oportunidades que tenemos cada uno de
los mexicanos.

Para lograr este proyecto de democracia, ¿deberían crearse nuevos grupos o partidos políticos?

—Ahí sí no entro yo a los pronósticos. No sabría qué va a suceder o cómo van a suceder las cosas, pero sí ir viendo día a día qué oportunidades hay y dónde cada quien puede empujar, y donde uno crea que es conveniente empujar, que lo haga.

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¿Se requieren cambios radicales para superar los problemas de pobreza, desigualdad e inseguridad que vive el país?

—A mí me parece que se requieren cambios muy importantes. Todo eso hay que superarlo, y me parece que hay que buscar por todos los medios cómo superarlo.

¿Hay un remedio?

—Una receta así como de farmacia no, pero soy optimista y quiero pensar que sí se podrán superar algún día, siempre y cuando nos dispongamos a hacerlo la mayoría política y la mayoría social del país.

Violencia electoral, reelección y Movimiento por la República

Cárdenas Solórzano califica como “preocupante” el clima de violencia que se vive en el país.

También habla sobre la reelección presidencial, la cual recuerda que nunca ha sido bien vista en México, además del Movimiento por la República, de Muñoz Ledo.

¿Cómo ve el proceso electoral en curso?

—Veo por un lado un proceso que se está dando normalmente, esto es, con las confrontaciones y los sobresaltos esperados, pero sí me preocupa en este caso que ha habido asesinatos y hecho violentos que ojalá no se hubieran dado, pero, por otro lado, veo un proceso sí confrontado, pero que es usual que haya confrontaciones, que haya discusiones, que haya señalamientos.

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¿Hay diferencia entre éste y los procesos que se daban antaño?

—De los [años] 90, 97 en adelante, hemos tenido procesos que se han desarrollado dentro de la normalidad. Yo diría que este proceso en particular ha estado, sí, marcado por hechos violentos, y sería muy deseable que no se hubieran presentado, me parece preocupante.

¿Qué opinión tiene sobre la posibilidad de que un presidente repita en la silla presidencial?

—En México es muy claro que tenemos un sentir antirreeleccionista y yo espero que esto se mantenga si hablamos del gobierno de la República y gobernadores. Ese es mi punto de vista muy personal.

Desde el año 2014 usted se mantiene alejado de los partidos políticos.

—Me alejé de los partidos simplemente porque fue mi decisión. Yo mantuve mi militancia dentro de un partido hasta 2014 y de ahí en adelante he estado fuera de los partidos políticos.

Cuando vi motivos para alejarme me retiré y de ahí en adelante decidí no tener militancia partidista, fue una decisión totalmente personal, y no tengo intenciones de volver.

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Porfirio Muñoz Ledo ha cuestionado a la administración federal y gesta el llamado Movimiento por la República. ¿Ya lo invitó?

—No, hablé con ellos la semana pasada, con Porfirio y con Ifigenia [Martínez].

Hablamos de la situación actual en México y varios temas, pero no recibí ninguna invitación y te reitero que no está en mi interés en este momento.

¿Está alejado de todo?

—Veo cómo se dan las cosas, opino cuando creo necesario opinar, trabajo con varios grupos que estamos revisando la situación del país y estamos haciendo propuestas sobre distintas cuestiones.

Estoy con un grupo denominado Grupo Nuevo Curso y Desarrollo. Hemos desarrollado varios libros haciendo propuestas de políticas económicas y de política laboral, principalmente.