Si no se ataca a los capos y sus bienes, no se tiene lucha contra el .

Es la conclusión a la que ha llegado el fiscal General de la Nación de Colombia, , quien considera que las estructuras criminales no pueden combatirse solamente en los niveles bajos de la cadena.

“Son los capos, son los capos, porque ademas hay que mandar un mensaje desde el punto más alto de la cadena diciendo que es posible romper las estructuras con los capos y con los bienes de extinción”, asegura en entrevista con , tras concluir una visita a México para reforzar la cooperación bilateral contra el tráfico de migrantes y el narcotráfico con la Fiscalía General de la República (FGR).

Al señalar que la mejor estrategia contra la criminalidad es el dinamicidad y no la pasividad, anuncia que en octubre Colombia, Panamá, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Perú, Chile y Ecuador presentarán una estrategia regional contra el tráfico de migrantes, que están siendo usados por los cárteles para enviar drogas a Estados Unidos.

Asombrado por el caso Ayotzinapa, que cumple siete años, ofrece ayuda a la FGR con el envío de fiscales colombianos expertos en la investigación de asesinatos colectivos.

¿En qué estado está la cooperación entre México y Colombia en materia de tráfico de migrantes y narcotráfico?

—Nosotros tenemos en este momento con México 48 procesos de extinción de dominio en términos de bienes contra mexicanos, hemos impactado en 10 operaciones en el último año y medio, donde hemos podido capturar a 23 personas y hemos incautado 10 toneladas de clorohidrato de cocaína en toda esta estructura binacional con México: ocho extradiciones, tres ciudadanos mexicanos capturados por narco en Colombia y extraditados a Estados Unidos, y hay tres capturados y solicitados por el gobierno de México; también hicimos ese trabajo. Lo que queremos es incrementar esta tarea.

Sobre el tráfico de migrantes, estamos empezando a trabajar y ha ponernos a hablarnos todos en la región para entender que la migración no es un asunto de hoy, que está llegando desde Centroamérica como históricamente ha existido el problema en México hacia Estados Unidos, es decir, y de El Salvador, Honduras, Guatemala, etcétera... y llegan a México, a la frontera con Estados Unidos.

También estamos teniendo una migración muy importante que está llegando de Chile por un cúmulo de cubanos y haitianos que fueron a vivir a Chile y están saliendo de Chile, pasando por Perú, Ecuador, suben por Colombia hacia Panamá y entran a Centroamérica.

¿Se está planteando una estrategia regional para tratar ambos temas?

—Creo que no hay ninguna otra posibilidad de hacer un trabajo judicial importante, sino es integrados. Colombia tiene 32 departamentos [estados], es un Estado unitario no como el Estado mexicano, y ha hecho un trabajo en cada uno de esos departamentos de una forma muy intensa, integral. No se puede perseguir la criminalidad si no se mueve en contra de esa criminalidad, la criminalidad es muy activa, es ágil, es dinámica, no puede volver esquelético el trabajo de una fiscalía general, entonces usted tiene que multiplicarse, y cuando usted se multiplica, también se tiene que multiplicar en el interior de su país [y] en la región.

Esa es la tarea que estamos haciendo varios fiscales generales, parte de este viaje tiene que ver con incorporar a México a esta discusión, hay un tema puntual que tenemos con México, que queremos tratar, y vamos hacerlo, es un diálogo con China, México, Colombia por el envío de mujeres a China para trata de personas, trata de mujeres, es un tema que nos preocupa.

Sobre el envío de mujeres a China, ¿qué han detectado?

—Hemos detectado corrientes de personas que utilizan mujeres tanto en Colombia como en México para enviarlas a diferentes lugares a prostituirse o las esclavizan sexualmente, y esas personas son engañadas o trasladadas, lo que llamaríamos en el lenguaje colombiano, unas mulas que les entregan unos recursos, las engañan y las llevan a China. Sabemos que están llegando a países asiáticos, especialmente a China, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia. Ese es otro tema que estamos avanzando, vamos a ver hasta dónde podemos llegar.

¿Hay cárteles mexicanos y colombianos involucrados en el tráfico de migrantes?

¿Considera que Estados Unidos debe hacer más para atender las causas de la migración de América Latina y el Caribe a su territorio?

—Estados Unidos tiene que entender que el problema de la migración no es solamente de México y de Guatemala. Yo llamaría la atención porque el problema no es Guatemala y México solamente, a ustedes les está llegando el conflicto, pero es necesario saber de dónde está surgiendo el problema y el origen está surgiendo en una diversidad de países en América Latina, que están incrementando paulatinamente la llegada hacia Estados Unidos.

Creo que debería ser un trabajo consistente y mucho más complejo para entender la región; la región no se entiende con dos países, la región se entiende de forma integral y no podemos entender desde Washington que América Latina tiene dos países. América Latina tiene todo un continente lleno de pluralidad, pero al mismo tiempo que así como genera riqueza cultural, también genera riqueza delictiva y eso tiene que ser comprendido de forma mucho más clara.

Hay que ir por los capos y sus bienes para acabar con los cárteles: Fiscal de Colombia
Hay que ir por los capos y sus bienes para acabar con los cárteles: Fiscal de Colombia

¿Cuántas organizaciones criminales dedicadas al tráfico de migrantes han detectado en Colombia y cuántas están ligadas a cárteles mexicanos?

—Hay microorganizaciones y macroorganizaciones, es igual que en México, finalmente en Colombia opera una organización que se llama el Clan del Golfo, opera en la zona norte de Colombia, es una organización que tiene componentes de narcotráfico.

Hay otras que están hacía el Pacífico, algunas disidencias de las FARC que también tienen muchos componentes importantes de narco y se vinculan por vía transnacional con algunos grupos de México, como los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, varios cárteles que también tienen esos vínculos.

¿Hoy por hoy cuál es el poder que tienen los cárteles mexicanos en Colombia?

—El poder de esos cárteles en Colombia no es un poder territorial, no controlan territorios en Colombia, es lo que he percibido como fiscal General de la Nación. Hay mucha especulación, pero he recorrido el país en 118 ocasiones desde que inicie el cargo, soy fiscal General elegido por la Corte Suprema de Justicia de mi país desde el 13 de febrero de 2020, y llevo 117 ocasiones en el territorio y su integridad, en la selva, ríos, cordilleras, en el Pacífico, Atlántico, y no he percibido grupos mexicanos controlando territorios; lo que sí, es enlaces de grupos mexicanos con grupos colombianos haciendo negocios entre ellos, en donde los enlaces tienen que ver o con el cultivo o comercialización de los estupefacientes que engendran guerras intestinas alrededor de los grupos en Colombia.

¿Las organizaciones criminales están aprovechando la migración para ampliar sus actividades delictivas?

—Una de las características que tienen estas organizaciones criminales, y podemos aplicarlo al caso mexicano, que se está viendo en Jalisco, Veracruz, la Ciudad de México, Chihuahua, que se ve en diferentes lugares como se ve en Colombia, es que tiene unos componentes de narcotráfico macro, es decir, hacen comercio de drogas hacia Estados Unidos, pero también en la medida en que nuestros países han venido creciendo económicamente, han venido desarrollando micronegocios dentro de las ciudades: extorsión, sicariato y, al mismo tiempo, microtráfico, que han venido llevándolo a generar consumo dentro de nuestros menores de edad, lo hemos visto en México y en Colombia.

Esos delitos de tráfico van a atados a todas esas estructuras: tráfico de armas, de personas, al mismo tiempo consumo en el interior de las ciudades, extorsión, sicariatos, delitos entre mafiosos, todo eso opera ahí, luego si uno comprende solamente un enlace de esa cadena y si uno está entendiendo todo el fenómeno criminal, uno empieza a ser mucho eficaz y a priorizar casos que permiten golpear las estructuras.

En Colombia, por supuesto, existe ese problema, pero la pelea que nosotros hemos dado durante 35 años ha sido inmensa. Colombia fue un Estado fallido en los años 80 y 90, hoy es un Estado que tiene una institucionalidad sólida y, por supuesto, haber roto el Cártel de Medellín, el Cártel de Cali, el Cártel del Norte del Valle, haber hecho también el proceso de paz con las FARC, que es muy importante para Colombia, ha permitido romper una cantidad de círculos muy importantes de violencia que hoy están focalizados en unas disidencias en unos territorios apartados, porque están teniendo la presencia del Estado para combatir eso.

Usted dice: “Son los capos y son los bienes”. En México la política es no ir contra capos, pero se está tratando de combatir los bienes a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). ¿Cómo ven desde Colombia esta política de “abrazos no balazos”?

—Quisiera ponerlo en términos de mi país: usted puede tener unidades de inteligencia financiera, nosotros tenemos una, pero si no se tienen instrumentos judiciales para perseguir esos bienes, usted no está haciendo absolutamente nada.

La información sin elementos materiales de judialización no sirve, y si no se atacan a los capos y a sus bienes no tiene lucha contra el narco, esa es finalmente la conclusión a la que yo llego como fiscal General de Colombia.

La alternativa es que al criminal hay que perseguirlo, hay que detenerlo, que sancionarlo, usted no le puede dar un mensaje a la sociedad de que finalmente lo que hay que hacer es reconciliarse con el narcotraficante, hay que quitarle los bienes y mandarlo preso, y buscar la negociación en el sistema acusatorio para que me ayude a desmantelar las organizaciones criminales, esa es la posición que tengo.

¿Hay posibilidad de que Colombia pueda auxiliar a México en el caso Ayotzinapa?

—Es un tema que planteé en la reunión con la FGR, nosotros hemos venido construyendo en Colombia una metodología para poder esclarecer esos crímenes colectivos rápidamente y construimos la metodología (...) Colombia ha construido esos mecanismos y yo le dije a la FGR que nosotros podíamos poner sobre la mesa esas metodologías, incluso enviar algunos fiscales y decirles que les podemos colaborar en lo que consideren.

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