Los programas Jóvenes Construyendo el Futuro, Jóvenes Escribiendo el Futuro y las distintas modalidades de becas que entrega el gobierno federal son insuficientes, de bajo monto y cobertura, y no han logrado inhibir el involucramiento de la población menor de 29 años en actividades delictivas en el país.

El estudio El desarrollo social y la política pública en el México actual, de Héctor Hiram Hernández Bringas, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, expone lo anterior y señala además que la mayoría de los beneficiarios de programas sociales (alrededor de 19 millones) tampoco alcanzan a superar la línea de pobreza.

El análisis contradice el discurso presidencial de que los programas y becas son la estrategia para alejar a los jóvenes del crimen y la vía para superar los bajos ingresos.

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Expone que el monto de los apoyos es limitado; solamente 700 mil participantes en Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida reciben montos similares al salario mínimo. “El resto de los apoyos, incluyendo el de los adultos mayores, no alcanza a cubrir la línea de pobreza”, porque representa un 37% de un minisalario.

“Los apoyos a los menores de 30 son de bajo monto y baja cobertura. Es dudoso que estos programas a jóvenes tengan un impacto en inhibir su involucramiento en actividades delictivas, como se ha sostenido”, refiere.

Como ejemplo, señala que Jóvenes Construyendo el Futuro sólo tiene una cobertura de 12.9% de la población.

“Salvo la pensión a adultos mayores, que sólo es 37% de un salario mínimo, el resto de los programas son focalizados y tienen baja cobertura”, añade el estudio. Indica que las becas Universal de Educación Básica y Jóvenes Escribiendo el Futuro sólo reciben 16% de un salario mínimo.

“No atienden causas de violencia”

En entrevista con EL UNIVERSAL, Hernández Bringas sostiene que de 2007 a 2021 se triplicaron los homicidios de menores en México, sobre todo en el segmento de 13 a 18 años; en su mayoría perpetrados por el crimen organizado, violencia que no se ha logrado frenar en el sexenio actual, a pesar del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que sus programas sociales alejan a esta población de la violencia y los cárteles.

“Jóvenes Construyendo el Futuro y Jóvenes Sembrando Vida, otorgados a una población de 18 a 29 años, tienen una cobertura bajísima entre los dos; alrededor de 700 mil beneficiarios de un universo de más de 20 millones.

“Por otro lado, los 6 mil 300 pesos mensuales, es decir un salario mínimo, no solucionan los problemas económicos de esa población y mucho menos los inhibe de enrolarse en el crimen”, apunta.

Expone que el discurso presidencial de “primero los pobres” y de atacar las causas estructurales de la violencia es demagogia, porque si bien es cierto que se debe combatir la desigualdad social, no hay estrategia efectiva de empleo bien pagado ni oportunidades de educación.

“Los programas sociales, sumados a las distintas becas, distan mucho de ser una estrategia que atienda a las causas estructurales de la violencia. Es decir, 6 mil pesos mensuales los pueden ganar los jóvenes lavando autos o limpiando parabrisas, pero esa cifra y esa cobertura tan ínfima no han logrado, desde 2018, alejarlos del crimen, de la violencia y ahí están los datos al alza de adolescentes y jóvenes que están muriendo a manos del crimen”, señala.

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