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Gritos de frustración y caras de tristeza y desilusión se oyeron y vieron en los cruces fronterizos y albergues migrantes mientras Donald Trump pronunciaba las órdenes ejecutivas de su gobierno contra la migración en su toma de protesta. Asimismo, familias lloraron con el reclamo de que no podrán huir de la violencia de sus regiones o de la crisis económica de sus países.

Apenas terminó la toma de protesta cuando las familias empezaron a empacar su ropa, hacer varias llamadas, buscar pases de autobús para ir a otros estados como Monterrey o Durango y a organizarse para protestar frente a los organismos de control migratorio.
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Trump pone fin a la aplicación CBP One
El gobierno entrante de Donald Trump había puesto fin a la aplicación CBP One, que había permitido a casi un millón de personas ingresar legalmente a Estados Unidos y tener derecho a trabajar.

Otros propusieron acampar esta noche bajo los muros fronterizos para intentar el cruce de forma ilegal esta madrugada o mañana por la mañana. “No tenemos opción, no sé qué vamos a hacer. No podemos volver de donde vinimos. Tenemos que cruzar”, dijeron jóvenes en un sondeo realizado por este medio informativo.

A las puertas de la garita El Chaparral se empezaron a congregar personas que tenían cita en la aplicación CBP One desde hoy hasta los primeros días de febrero. Son personas que, incluso, tienen comprados vuelos de avión para encontrarse con sus familias en Tucson, Texas, Houston y San Diego, en su mayoría, mujeres con menores de edad.

Mientras que en la garita de Nogales, Sonora, y ya con maletas y mochilas listas, migrantes de Venezuela y Colombia buscaban con desesperación información en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), sobre sus citas para solicitar asilo en el país vecino.

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Los rostros de la frustración
Sin embargo, las autoridades les informaron que estás citas estaban canceladas, lo que originó tristeza y frustración en los migrantes sudamericanos.

“Vamos a ver qué hacemos porque no nos esperábamos esto”, dijo uno de los migrantes venezolanos.

maot