El conflicto diplomático entre México y Bolivia se agudizó aún más: el gobierno de aquel país decidió expulsar y declarar persona non grata a la embajadora mexicana María Teresa Mercado, y acusó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de proteger a criminales.
Por su parte, el gobierno mexicano defendió el actuar de su embajadora, quien, indicó, “siempre cumplió con los principios de política exterior consagrados en la Constitución mexicana y el derecho internacional”, y consideró que la decisión de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue de carácter político.
Por ahora, la relación diplomática entre ambos países se disminuyó a encargados de negocios, rompiendo todo diálogo en todos los temas. La comunicación se mantiene sólo para temas extraordinarios.
Sin embargo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que el gobierno mexicano no tiene intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia.
El gobierno de México decidió otorgar asilo político no sólo al expresidente de Bolivia, Evo Morales, sino también a excolaboradores de éste, lo que generó el enojo del gobierno que encabeza Áñez.
Actualmente hay una decena de bolivianos con asilo político en la residencia de México en La Paz. Las autoridades mexicanas han solicitado salvoconducto para poder sacar del país a los asilados, pero se les negó. Por su parte, las autoridades de Bolivia informaron que al menos cuatro de los asilados tienen orden de aprehensión por delitos como sedición y terrorismo.
Desde el pasado 23 de diciembre, el conflicto entre las dos naciones comenzó a incrementarse, luego de las denuncias que hiciera México sobre un asedio a sus inmuebles diplomáticos en la capital boliviana.
El pasado viernes, dos diplomáticos de España acreditados en Bolivia acudieron a la residencia de México en la nación andina, lo que generó el enojo del actual gobierno boliviano, que acusó la presencia de funcionarios ibéricos encapuchados, sugiriendo que se buscó sacar a los asilados del inmueble.
Ayer, la presidenta Jeanine Áñez dio un mensaje, con el que informó su decisión de expulsar y declarar como personas non gratas a la embajadora mexicana, María Teresa Mercado; a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, y al cónsul Álvaro Fernández. Los tres diplomáticos tienen, a partir de ayer, 72 horas para abandonar el país.
“Bolivia, señores, ya no es colonia de nadie. La democracia recuperada por los bolivianos después de 14 años de dictadura se respeta, el gobierno constitucional de Bolivia se respeta.
“Este grupo de representantes de los gobiernos de México y España han lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y gobierno de Bolivia”, mencionó.
Expresó que lo ocurrido en la residencia de México en Bolivia no se puede pasar por alto, y lamentó la explicación de los diplomáticos de México y España, quienes dijeron que se trató de una visita de cortesía.
“Lo que no podemos tolerar es el abuso y la prepotencia de sus gobernantes, que claramente tratan de encubrir y proteger a criminales que han cometido delitos de sedición y terrorismo”, puntualizó.
La Cancillería mexicana difundió un comunicado en el que informó la orden que dio a María Teresa Mercado para regresar de inmediato al país. La embajada mexicana queda a cargo de Ana Luisa Vallejo.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, hizo un reconocimiento al actuar de la diplomática mexicana.
“Reconozco la valiosa actuación de la embajadora María Teresa Mercado en Bolivia, quien ha cumplido cabalmente representando a México a su causa en favor del asilo y la paz. Será siempre timbre de orgullo su entereza y apego a la mejor tradición de política exterior de nuestro país”, escribió en Twitter.
“Sin duda, la relación es tensa, pero hasta ahorita la Secretaría de Relaciones Exteriores no tiene intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia, y continuará la embajada en aquel país. La SRE ya informó que tomaba nota de la declaratoria del gobierno boliviano o personas que están en el gobierno, porque para nosotros es gobierno de facto”, declaró, por su parte, Sánchez Cordero.
Apoyo
El Congreso mexicano manifestó su respaldo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas Hernández (PAN), pidió que los principios diplomáticos imperen en la resolución del conflicto, mientras que la líder del Senado, Mónica Fernández Balboa (Morena), dijo que México mantendrá inalterable su política de asilo a perseguidos políticos.
Por otro lado, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, calificó como lamentable y hostil la expulsión de la embajadora: “La falta de argumentos y el aislamiento internacional de ese gobierno de facto les lleva a cometer excesos diplomáticos”, escribió.
En la Cámara Baja, el coordinador de Morena, Mario Delgado, señaló al gobierno boliviano de ser golpista e ilegítimo: “El gobierno golpista de Bolivia expulsa arbitrariamente a nuestra embajadora María Teresa Mercado, quien siempre actuó apegada al derecho internacional”.
Los presidentes de las Comisiones de Relaciones Exteriores en el Congreso se posicionaron por que las relaciones diplomáticas entre México y Bolivia se apeguen a la Convención de Viena.