Las autoridades que investigaron el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta determinaron que el asesinato lo cometió una sola persona: Mario Aburto Martínez; sin embargo, hubo diversos sucesos que provocaron especulaciones, incluso la posibilidad de un complot, expresó Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador panista en el país y en Baja California en 1994.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el panista que fue el primer mandatario estatal de la oposición, detalló que en caso de que se hubiera tratado de una conspiración, tal vez Aburto Martínez tendría que haber corrido la misma suerte del entonces candidato presidencial del PRI.

“Estoy narrando hechos, como se fueron dando, para que la gente piense lo que quiera pensar, pero la conclusión oficial es que fue un asesino solitario. Entonces, la pregunta tiene que ver con ¿qué tan solitario fue [Mario] Aburto [Martínez]? Es interesante investigar también qué ha sido de la historia de Aburto, no sé, hay mucha especulación. Quizá no debió salir vivo ese día, 23 de marzo de 1994, pero se dieron las cosas así, como todos sabemos. Es un magnicida solitario que te invoca muchas dudas”, comentó Ruffo Appel.

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No obstante, aclaró: “Es una especulación mía, porque ahí hubiera terminado un montón de lo que sucedió después, eso si es que hubo un complot, y especulación mía, pues no le salió como los complotistas calcularon”.

Durante la charla en el restaurante de un hotel céntrico, enlistó “una serie de hechos que pueden ser interpretados de muchas maneras”.

Recuerda los pormenores

Ruffo Appel recordó los pormenores de hace 30 años, y cómo fue citado el 23 de marzo de 1994 por el entonces secretario de Gobernación, Jorge Carpizo McGregor, junto a los demás gobernadores del país, en la Ciudad de México, para hablar del proceso electoral, pero no acudieron los mandatarios de Baja California Sur, Guillermo Mercado Romero, y de Sonora, Manlio Fabio Beltrones Rivera, entidades vecinas de su estado.

“A las cuatro de la tarde debo haber tomado el vuelo hacia Mexicali, y como a eso de las cinco de la tarde me empezó a sonar el SkyTel a bordo, en vuelo, donde mi procurador me empezó a avisar que había habido un atentado y que luego ya se lo habían llevado al hospital y que la gente empezaba a gritar que habían sido los del PAN”, relató el exgobernador albiazul.

Por lo anterior, tuvo que hacer una escala en Hermosillo para comunicarse con el expresidente de México Carlos Salinas de Gortari para informarle: “[Voy a] conducir las investigaciones yo, personalmente”, pero fue “testigo presencial”, ya que el Titular del Ejecutivo federal atrajo el caso y solicitó la investigación a la entonces Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía General de la República (FGR).

“Llego a Baja California, a Mexicali, ya había muy pocas probabilidades de que sobreviviera Luis Donaldo Colosio, y de ahí tomé el avión del estado y me fui a Tijuana para verme con mi procurador, para recibir el primer informe.

“Ustedes fueron”, acusa Diego Valadés

“Voy llegando y ya iba llegando también Diego Valadés Ríos, que era el procurador general de la República, y lo primero que expresó: ‘Ustedes fueron’, eso dijo Diego, y me acuerdo la cara de mi procurador, que era Juan Francisco Franco Ríos, él es de tez morena y se puso pálido”, expuso.

Hasta ahí llegó también el entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien calmó al funcionario federal y le explicó que quienes cuidaban a Colosio Murrieta eran expolicías que contrató el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y no elementos estatales.

Posteriormente, de acuerdo con un informe que le rindió Federico Benítez López, al frente del operativo especial, detuvieron a la comitiva que llevaba detenido a Mario Aburto Martínez, “y que se identificaban como [integrantes de la] Policía Judicial Federal, pero no sacaban las credenciales, y los [oficiales] municipales los tuvieron que encañonar, hasta que sacaron las credenciales y todos eran del Estado Mayor Presidencial”, recordó.

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Piden que no envíen policías locales

Ruffo Appel señaló que le hablaron del Comité Municipal del PRI una semana antes del magnicidio de Luis Donaldo para pedirle que no enviara policías estatales a cuidarlo en la colonia Lomas Taurinas, y la misma petición se la hicieron al comandante de la Policía Municipal de Tijuana; no obstante, él mandó seguridad para el candidato y los asistentes.

“Son policías del estado de Baja California, no son del PAN, y por ahí van a andar, no los van a molestar, para que la gente no se ponga preocupada, más en un evento político, pero yo no estoy exento de brindar seguridad y por ahí van a andar.

Policías estatales hallan la segunda bala

“Mis policías estatales encontraron la segunda bala y la entregamos a la PGR. La primera bala fue a la cabeza y seguro se perdió en el aire, quién sabe dónde habrá caído, pero la segunda, que fue la que le cruzó el estómago en sentido contrario, esa sí la encontramos, estaba ahí enterrada en el suelo y la encontraron los policías estatales que andaban ahí revueltos en la bola”, especificó el exmandatario de Acción Nacional.

Abundó que a esos hechos se sumó el asesinato del comandante Benítez López, “un mes después del 23 de marzo [de 1994], fue asesinado en la vía pública, en un operativo antidrogas”, dijo Ruffo Appel.

“Otro suceso de una semana antes, es que el propio comandante municipal que estuvo a cargo del operativo el día 23 de marzo, que estaban ellos por ahí escondidos, ahí cerquita del lugar del evento, que era Lomas Taurinas, un lugar muy difícil para la seguridad, una semana antes ese grupo había detenido una camioneta del Programa Nacional de Solidaridad, que era el programa de bienestar del presidente [Carlos] Salinas [de Gortari], pues detuvieron una camioneta de ese programa llena de vagos, y en el piso de la camioneta había una manta que decía: ‘Ruffo asesino’”, subraya.

Otro hecho que hace que Ruffo Appel se considere un “testigo presencial” del magnicidio, fue que solicitó al fiscal especial de la PGR, Pablo Chapa Bezanilla, que le tomara declaración, “porque juzgué que era importante que quedara mi versión formalmente en autos de la investigación. Yo todavía guardo esa declaración, de la que me hizo llegar una copia fiel Chapa Bezanilla, después de esa declaración que yo mismo solicité, porque no volvieron a pedirme nada”, precisó.

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“Ese crimen no se debe olvidar”

Agregó que el magnicidio de Luis Donaldo Colosio no se debe olvidar, porque se equipara a los asesinatos de los expresidentes Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, que enmarcaron “una parte muy álgida de la descomposición del sistema presidencial” en México.

“Siempre lo que ha enmarcado la vida pública ha sido la lucha por el poder, y a Luis Donaldo [Colosio Murrieta] le tocó, lamentablemente, ser uno de los hitos en la historia de México, de la lucha por el poder.

“Todavía hoy, particularmente en 2024, se está debatiendo por la conciencia nacional, a través de lo que vaya a dar la elección, entre un sistema institucional que muchos deseamos, y una regresión autoritaria a un presidencialismo dictatorial, eso es lo que significa este 2024, el próximo 2 de junio, una confrontación entre la institucionalidad constitucional y el caos autoritario dictatorial”, dijo el exgobernador.

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