Tecomán.— En Tecomán, Colima, nadie ha pegado los ojos desde el lunes, cuando el sismo de magnitud 7.7, con epicentro en Coalcomán, Michoacán, golpeó esta región.
Aquí, los habitantes dicen que tienen miedo de dormirse y morir aplastados en sus casas.
Es por eso que la noche del lunes y madrugada del martes la pasaron en vela y en las calles, por temor a una réplica fuerte.
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“La mayoría de personas [estamos] con miedo, con desconfianza de estar en lugares y que pueda caerte algo encima, porque creemos que puede seguirse repitiendo esto de los temblores, una réplica”, cuenta Alejandro Zúñiga, uno de los habitantes.
“Dormimos con las puertas abiertas. Incluso, algunos ponían ollas para que, si se caía, lo despertara a uno [el ruido]; por si empezaba a temblar, era un tipo de alarma”, contó.
Su miedo no es en vano. En esta zona no ha dejado de temblar. Hasta las 19:00 horas del martes, el Sismológico Nacional contaba 894 réplicas, siendo la más fuerte de 5.8, con epicentro aquí, en Tecomán.
Del momento del sismo recuerdan que fue cuestión de tener fe y darse la mano.
“Haga de cuenta que guardamos la calma y entre todos aquí afuera nos abrazamos, nos pusimos a rezar, y como buenos hermanos y mexicanos que somos, estuvimos todos agarrados de la mano y aquí estamos”, remató Mercedes Alcaraz, vecina de Tecomán.
Los daños
En las calles se ven claramente los estragos que dejó el sismo en ese municipio colimense: los negocios destruidos, las viviendas dañadas y una presidencia municipal con fuertes afectaciones estructurales.
Los daños fueron corroborados por la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, quien reconoció que este es el municipio más afectado por el sismo.
El reporte oficial del gobierno de Colima informaba de 2 mil 790 viviendas afectadas en toda la entidad, mil 282 de ellas en Tecomán. La cifra de víctimas se mantiene en dos muertos.
Los más afectados en Michoacán
Del lado de Michoacán, los municipios de Coalcomán, Chinicuila, Aquila, y principalmente Coahuayana, fueron los más afectados por el sismo.
Todos ellos forman parte de las regiones de la Sierra-Costa y Costa de esta entidad, donde cientos de viviendas están dañadas y las carreteras presentan innumerables derrumbes, lo que ocasionaba que los trayectos se triplicaran en tiempo.
Un recorrido por tierra de Coalcomán a Colima, que en días normales es de dos horas en automóvil, se prolongó hasta ocho horas.
Las gigantescas piedras, el derribo de árboles, el agrietado asfalto y los aludes hicieron que algunas de esas carreteras fueran intransitables. Aunque los municipios de estas regiones, colindantes con Colima, no quedaron en su totalidad incomunicados, sí se convirtieron en destinos de difícil acceso.
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Contabilizan pérdidas
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, explicó a EL UNIVERSAL en uno de sus recorridos, que a pesar de la magnitud del sismo, la mayor afectación fue material.
“Tenemos 21 hospitales, clínicas del sector Salud, del ISSSTE y del IMSS con alguna afectación. Son 89 escuelas también, poco más de 3 mil casas-habitación que tienen algún tipo de afectación”, describió.
Lamentó que hubiera una persona lesionada, una mujer de 65 años que intentó cerrar la llave de un tanque de gas que cayó por el sismo, el cual estalló.
La paciente era atendida en un hospital regional, pero los médicos buscaban trasladarla a uno de especialidades.
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