Desde el 1 de septiembre del año 2015, fecha en que inició la 63 Legislatura, al 31 de agosto de 2021, la ha pagado un total de 936 mil 891 dólares, equivalente a 19 millones 243 mil 741 pesos, a seis organismos parlamentarios internacionales.

A fin de mantener la “diplomacia parlamentaria”, el recinto legislativo de San Lázaro ha otorgado hasta 108 mil 460 dólares, como ocurrió en 2016, cuando entregó esa cantidad a la Unión Interparlamentaria.

Lo mismo ha ocurrido con Parlamericas (antes FIPA), el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino); la Confederación Parlamentaria de las Américas (Copa); el Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y el Caribe (Foprel), y la International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA).

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Son aportaciones que, de acuerdo con los expertos, “son un gasto necesario para que se pueda escuchar la voz de los parlamentarios mexicanos en foros internacionales.

“Estos foros son plataformas muy importantes para la discusión de temas globales, y la única forma de que los legisladores mexicanos sean escuchados, es que hagan sus aportaciones a través del mecanismo de donaciones. Me parece que la diplomacia parlamentaria es una función poco valorada por la sociedad mexicana e incluso, por el gobierno mismo, pero que es una función fundamental para que el Congreso no quede relegado o ignorado frente a los debates globales en distintos temas y que atañen a México”, puntualizó el experto legislativo Khemvirg Puente, quien además es coordinador del Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

De acuerdo con información que obtuvo EL UNIVERSAL vía transparencia, para formar parte del Foro Interparlamentario de las Américas (Parlamericas), dedicado a “fomentar el diálogo entre los Poderes Legislativos del hemisferio, a fin de consolidar las relaciones entre varios países”, según señala en su página oficial, la Cámara de Diputados ha aportado 51 mil 570 dólares de 2016 a 2021.

En el mismo periodo se han pagado 170 mil dólares para formar parte del Parlatino, organismo integrado por 22 congresos de América Latina, y cuya función principal es “fomentar el desarrollo económico y social de la comunidad latinoamericana y pugnar porque alcance la plena integración económica, política, social y cultural de sus pueblos, defender la paz, la libertad, la democracia y los derechos humanos”.

La Unión Interparlamentaria, formada por 138 parlamentos y cuya función primordial es “promover el diálogo mundial y trabajar para la paz y la cooperación entre la gente y para el establecimiento firme de la democracia representativa”, es la más costosa. El Congreso mexicano ha pagado 556 mil 885 mil dólares para estar inscrito como miembro.

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Asimismo, se han aportado 16 mil dólares a la Copa; otros 141 mil dólares al Foprel, y mil 258 dólares a la IFLA.

“Las cuotas dependen del tamaño de la economía del país, no es lo mismo lo que pagan los países de Centroamérica que los de Europa, por eso el gasto del Congreso mexicano es elevado, pero a mí me parece que es importante, aunque claramente no es una función que sea muy popular entre la ciudadanía; se debe conocer más lo que se hace en estos parlamentos, a fin de lograr que sean mejores vistas estas prácticas”, puntualizó Khemvirg Puente.

Cabe destacar que las donaciones para la Confederación Parlamentaria de las Américas se dejaron de realizar a finales del año 2019.

Para el doctor Víctor Alarcón, profesor de tiempo completo en la UAM Iztapalapa e investigador de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, “siempre es deseable que México, como nación, participe en la mayor cantidad de foros y debates en la agenda internacional”; sin embargo, reconoció que el Congreso mexicano no tiene recursos ilimitados, lo que puede justificar la salida de la Confederación Parlamentaria de las Américas.

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