En mayo de 2018, Martha Álvarez supo que estaba embarazada. Cinco meses después sintió un ligero dolor en su seno derecho y, al tocarlo, detectó una bolita; le confirmaron cáncer de mama y el pronóstico era poco favorable para que su embarazo llegara a término.

De acuerdo con el Inegi, al año mueren unas 7 mil mujeres por este tipo de cáncer y Álvaro Cabrera, responsable de la clínica de referencia de enfermedades Hemato-oncológicas durante el Embarazo, ubicada dentro del Hospital Regional de de Alta Especialidad de Ixtapaluca, señaló que cada año, en promedio, entre 2 mil y 3 mil mujeres embarazadas luchan contra algún tipo de cáncer y lamentó que no estén incorporadas a ningún programa de salud.

“Parece que las mujeres embarazadas que tienen algún tipo de cáncer, en su mayoría de mama, son invisibles y no es así, al año se contabilizan casi hasta 3 mil y no hay protocolos para atenderlas, desafortunadamente todavía se cree que si se diagnostica cáncer durante el embarazo hay pocas posibilidades para el feto, y no debe ser así, hay soluciones”, dijo a .

Frente a este panorama es que en 2019 nació la Fundación Padma, que tiene como objetivo brindar un apoyo integral a estas mujeres y a sus familias, y se ha convertido en “el único centro de referencia de embarazadas con cáncer en México que cuenta con un protocolo de atención establecido y estandarizado”, señaló Valeria Benavides, fundadora y presidenta.

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Desatienden cáncer en embarazadas
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“La doctora me dijo que lo más seguro era que un conducto de leche se había tapado, pero cuando me hice el ultrasonido salió que tenía un B-RAR4, entonces me refirieron a Tapachula, a un hospital de especialidades, para que me dieran un mejor diagnóstico y ahí fue que me confirmaron el cáncer de mama en etapa tres”, explicó.

Entonces, Martha tenía siete meses de gestación y la opción que le dieron los médicos fue interrumpir el embarazo para iniciar tratamiento de quimioterapia de inmediato debido a que su tipo de cáncer era muy agresivo, pero la ahora madre se negó.

“Yo le dije al doctor que seguiría con el embarazo, aunque avanzara el cáncer, en ese momento fue cuando el doctor Álvaro Cabrera supo de mi caso y me comentó que si estaba dispuesta a atenderme en la Ciudad de México, y mediante la Fundación Padma me apoyaron con el pasaje. Ya en México me hicieron una biopsia, estudios de sangre, tomografías y empecé con quimioterapia”, relató.

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El especialista Álvaro Cabrera reconoce que en México aún es muy difícil que los profesionales de la salud inicien un tratamiento de quimioterapia en una mujer embarazada y la primera opción es interrumpir el embarazo para comenzar a tratar el cáncer.

“Primero, es muy difícil diagnosticar, se piensa que si una mujer se encuentra una bola, es porque está produciendo leche, es un error y cuando se diagnostica cáncer, lamentablemente es muy común que se le indique a la mujer abortar o no hacer nada hasta que acabe el embarazo. A veces es por la falta de conocimiento en este tema, eso hace que los médicos tengamos una postura de miedo”, expuso.

Martha debía realizarse un ultrasonido el 19 de diciembre de 2018, pero no llegó porque nació su bebé por cesárea: “Pesó un kilo 742 gramos, midió 42 centímetros y nació de ocho meses, yo quedé internada nueve días y él estuvo ocho en incubadora”, relató.

Desatienden cáncer en embarazadas
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En julio, regresó al hospital con la esperanza de que la dieran de alta, pero le detectaron otra protuberancia en el seno izquierdo y entró de nuevo a quirófano: “Me dijeron que si salía algo me iba a quedar en tratamiento, pero salí bien y ahora ya estamos en casa, mi hijo tiene dos años y un mes y por fortuna estamos sanos”.

Para Valeria Benavides, fundadora de Padma, los casos de éxito como el de Martha son su principal objetivo.