Luego de tres intentos fallidos, el pasado 18 de mayo la Fiscalía General de la República ( ) logró enfrentarse cara a cara con los tres abogados y el asesor financiero a quienes denunció de extorsionarlo, acusación en la que el exconsejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, figuraba en todo momento sin que él estuviera entre los citados.

La cuarta cita de la FGR con los abogados Juan Araujo, César Omar González, Isaac Pérez y el asesor, David Gómez Arnau duró 23 horas y tuvo un desenlace fatal para la Fiscalía.

En esta ocasión, la estrategia de la FGR fue retirar su acusación del Reclusorio Norte y presentarla nuevamente y por turno le correspondió al Reclusorio Sur, con el Juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna , famoso por sujetar a prisión preventiva justificada a y propinar sendos regaños a la Fiscalía en el caso de los 30 de Tepito.

De entrada, el juez Delgadillo logró que los investigados comparecieran, sin más pretextos, de manera presencial, lo que no había sido posible en los tres intentos en el Reclusorio Norte.

Juan Ramón Collado

, en su carácter de víctima, tuvo que comparecer por videoconferencia desde el Reclusorio Norte, donde permanece desde 2019 vinculado a proceso por delincuencia organizada y lavado de dinero, asunto en el que pidió criterio de oportunidad y por el que presentó la denuncia contra Scherer y los cuatro ahora citados por la FGR.

A las 11:30 horas el juzgador dio inicio a la diligencia en la que el fiscal Manuel Granados Quiroz inició la ofensiva con un incidente en el que solicitó que tres de los abogados de la defensa se abstengan de conocer del asunto.

Anunció que esos abogados forman parte de la carpeta de investigación y eventualmente es posible que se conviertan en coimputados.

Se trató de los abogados Alejandro Robledo , quien defiende a César Omar González, exsubsecretario de Planeación, Prevención, Protección Civil y Construcción de La Paz de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ( SSPC ).

Granados Quiroz destacó que el abogado consiguió este cargo público supuestamente por designación de Scherer Ibarra y que incluso renunció casi al mismo tiempo que el exconsejero jurídico.

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Sin embargo, Robledo contestó que lo designó el presidente Andrés Manuel López Obrador y que renunció “mucho antes” que Scherer del gobierno federal.

A Agustín Acosta , quien defiende a David Gómez Arnau , lo señaló porque trabajaba en el despacho donde se emitió el documento de la Unidad de Investigación Financiera ( UIF ) sobre una investigación de las transferencias bancarias de Collado al extranjero, mismo que supuestamente sirvió para extorsionarlo y litigó casos relacionados por encargo de Scherer.

Acosta respondió que fue socio de Araujo en el año 2020 pero ya no tiene relación laboral con él y calificó de vergonzoso que el ministerio público inicie la audiencia con “amenazas veladas” en su contra.

Y Diego Madrazo Labardini , quien defiende a Juan Araujo y a quien Granados señaló por trabajar en el mismo despacho de Araujo y César Omar González y desde donde se gestionaron las supuestas amenazas y extorsiones en contra de Juan Collado.

Madrazo contestó que mientras no tenga carácter de coimputado tiene derecho a ejercer su profesión.

Esto significó un primer revés para la Fiscalía pues el juez desechó, por notoriamente improcedente, la petición de Granados Quiroz porque se trata de hechos futuros y de realización incierta.

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Posteriormente y sin mayores dilaciones la FGR comenzó a formular imputación contra los cuatro investigados iniciando con la relatoría de la denuncia de Juan Ramón Collado Mocelo .

“Entre noviembre de 2018 y julio de 2021 el exconsejero jurídico de la Presidencia, Juio Scherer Ibarra , los abogados Juan Araujo, César Omar González, Isaac Pérez y el asesor financiero, David Gómez Arnau, formaron una asociación delictuosa para cometer tráfico de influencias, extorsión y lavado de dinero a través de la cual extorsionaron a Juan Collado para quedarse con la empresa Cajas Libertad o Libertad Servicios Financieros”, leyó el fiscal.

Así transcurrieron las primeras 11 horas de audiencia en las que una y otra vez Granados y las tres fiscales que lo acompañaban leyeron la denuncia de Juan Ramón Collado bajo el pretexto de detallar uno a uno los delitos que pretendían imputar.

En esas 11 horas también fueron enunciados los 74 datos de prueba entre los que destacó la lectura que realizaron los fiscales de los chats de conversación entre Julia Collado y David Gómez y entre Juan Collado Dot y Juan Araujo.

Otros datos de prueba fueron los estudios médicos que Juan Collado se realizó para acreditar su delicado estado de salud, con lo que buscó su traslado a un hospital privado , supuestamente a sugerencia de Araujo y González.

Cuando la Fiscalía mencionó estos documentos, los dos abogados que supuestamente lo sugirieron sonrieron entre ellos.

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Una de las fiscales mencionó que en el Reclusorio Norte hay registros de la entrada de César Omar González quien asentó un número de cédula profesional que corresponde a un ingeniero en computación, lo que fue considerado como un modo de ocultar las visitas para supuestamente extorsionar a Collado.

Una vez que la Fiscalía concluyó, el juez concedió un receso de una hora y al regreso, a las 23:46 comenzó el debate con la réplica de la defensa de cada uno de los investigados.

Los abogados de Araujo y González aprovecharon para defender también a Julio Scherer quien fue mencionado más de 10 veces por la FGR durante las 11 horas que ocupó para formular imputación y solicitar vinculación a proceso.

Así dieron las 4:00 horas del 19 de mayo cuando la FGR volvió a tomar la palabra para afirmar que Collado, a quien inició proceso penal en 2019, permanece en la cárcel por culpa de Araujo, González y Pérez.

Granados Quiroz reconoció que Scherer Ibarra fue mencionado en diversas ocasiones porque forma parte de la carpeta de investigación , sin embargo, aseguró que “no es deseo e la Fiscalía ejercitar imputación” en su contra… por ahora.

Mauricio Flores

, asesor jurídico de Collado ocupó aproximadamente dos horas para responder todos los argumentos de la defensa.

Sin embargo, esto no sirvió de mucho. A las 8:00 horas el Juez Delgadillo Padierna pidió silencio en la sala para analizar los argumentos y dictar su resolución.

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Una hora transcurrió para que el juez retomara la palabra y en cuestión de otra hora resumió lo que la FGR no pudo hacer en 11 horas, acusó a los fiscales de imputar ficticiamente a Scherer Ibarra a través de terceras personas y enviarle una amenaza de que algún día procederá penalmente en su contra.

Mientras que reprochó que respecto de los investigados no presentó datos de prueba que acrediten la existencia de una extorsión, asociación delictuosa , un tráfico de influencias y lavado de dinero.

Apuntó las diversas contradicciones en las que incurrió la Fiscalía y los cambios de versiones tanto de los hechos como de la fundamentación para decir que los investigados habían cometido un delito.

“La Fiscalía General de la República se ha conducido con mala fe y mala intención”, dijo.

“Si en su actuar existe perversidad, se necesita a Dios como abogado”.

Así, las 23 horas de audiencia sólo sirvieron para marcar una derrota más para el fiscal Alejandro Gertz Manero luego del mal trago que pasó en la Suprema Corte con el caso de la muerte de su hermano.

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