Líderes encuestadores coincidieron en que no hay una sola clase media en el país como contra la que arremetió el presidente durante días en su mañanera.

Explicaron que a quienes criticó el Jefe del Ejecutivo por no votar por Morena y ser aspiracionistas son una clase crítica, informada y con estudios universitarios, los cuales se guían más por resultados que por ideologías.

En entrevistas por separado, Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky Group; Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo; así como Juan Ricardo Pérez-Escamilla, cofundador de Oraculus y Central de Inteligencia Política, y Francisco Abundis, fundador de Parametría, coincidieron en que la clase media no es un sector monolítico y es mucho más volátil, y se ha reflejado en las distintas elecciones.

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Coincidieron en que la clase media de la capital no es la misma que en la mayoría de los estados, pues en otras regiones del país ese segmento poblacional sí le otorgó el voto a Morena.

Los líderes encuestadores aseguraron que la crítica del Presidente contra la “clase media” es una apuesta arriesgada, porque algo que todos los mexicanos tienen en el fondo, hasta los pobres, es aspirar a mejorar en algo, y este segmento poblacional, sin hablar de su tamaño, posee históricamente una buena credibilidad, al ser profesores, médicos, profesionistas independientes o comerciantes.

Roy Campos aseguró que, generalmente, la media o alta, hablando de las personas que ganan más de cinco salarios mínimos, votó por el PAN y el PRI, es decir, en ese segmento poblacional Morena está en tercer lugar de sus preferencias, y lo que le da la razón al Presidente: “Sí, la clase media, pero junta, la clase media y alta y más, ahí pierde Morena.

“Pero en cambio, para compensar en los de uno a tres salarios mínimos, Morena les gana por mucho y por eso es que a nivel nacional Morena sale mucho mejor”, consideró.

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Buendía coincidió en que hay muchas clases medias y ejemplificó que en algunos estados sus sufragios favorecieron a Morena. Y cuestionó si el comportamiento de votar contra el partido no se identificaría con un electorado con estudios universitarios que son mucho más volátiles y que no se puede asumir que siempre votarán por el mismo partido.

“El punto relevante es que las clases medias no son monolíticas y su comportamiento electoral tampoco lo es, tanto en el tiempo como en un proceso electoral. Votan de manera dividida y ese electorado con estudios universitarios, que caracteriza a las clases medias, porque Soledad Loaeza dice que lo que define a las clases medias es la educación, entonces precisamente por ese nivel educativo es mucho más crítico y por esa razón va a tener más volatilidad, no es un electorado que esté atado a un partido, no lo ha estado y tampoco lo va a estar”, dijo.

Pérez-Escamilla aceptó que no hay una clase media definida, además de que es volátil. Señaló que a la gente pobre le cuesta mucho más trabajo salir de esta condición social y a los ricos, también; pero la clase media es la que más ha batallado y ha visto materializadas sus aspiraciones y al valorar más este proceso son ciudadanos estudiados, informados y pueden tener un diagnóstico más acertado de lo que les gusta y que no.

Aseguró que López Obrador es un Presidente que se enfoca mucho en el discurso, pero éste se le acabó y no es que esté arremetiendo contra la clase media, sino que critica los resultados electorales, que en cierto sentido le fueron adversos: “Es mucho más un tema de narrativa y de retórica que de atacar a una clase social, yo no lo entiendo así.

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“Por supuesto que les llega [a la clase media los ataques], y no sólo les llega, sino que les agravia. Está abriendo flancos francos que no debería haber abierto, porque la gente desde luego que escucha eso, se indigna, pero López Obrador es un provocador nato y entonces tampoco le pondrías tanta atención en lo que dice, sino mucho más en lo que hace”, indicó.

En opinión de Abundis, la definición de clase media siempre tiene algo de controversial porque no deja de ser una construcción social, pero advierte que más allá de las clasificaciones en la elección, se revirtió la tendencia vista en 2018, de que a mayor escolaridad y mayor ingreso, más ciudadanos votaron por Morena.

“Parece ser que ese electorado regresó a su estrato o preferencia normal (...) Ese tipo de votante en general siempre castiga a los gobiernos en turno. Por eso es muy importante lo que pasó en la Ciudad de México”, adujo.