Por Isabel Studer

Hace unas semanas, la comunidad científica internacional alertó una vez más que el mundo se acerca rápidamente a niveles irreversibles de calentamiento global, con impactos catastróficos inevitables, haciendo un llamado a la acción drástica e inmediata, en los siguientes siete años, para evitar la catástrofe, reduciendo las emisiones de carbono y aumentando las acciones de resiliencia y adaptación con un enfoque de justicia climática.

Este llamado exige la acción de todos, gobiernos iniciativa privada, sociedad y las universidades, pero sobre todo de una manera coordinada. Por los vínculos geográficos, económicos y sociales, y, dado que el cambio climático no respeta fronteras, la colaboración entre California y México sobre transición energética, resiliencia y justicia climática ha sido reconocida como una prioridad por Alianza MX de la Universidad de California. Y es que, además de ser socios comerciales principales, de compartir una frontera de 225 kms, vínculos demográficos históricos y profundos, así una geografía similar, México y California enfrentan retos similares debido al cambio climático.

California ha sufrido sequías extremas, al tiempo que lucha contra incendios forestales apocalípticos e inundaciones, mientras México ha sufrido de calor extremo en distintas ciudades, inseguridad hídrica y degradación del suelo que afectan la agricultura, aumentando riesgos de malnutrición y desplazamiento de migrantes a través de la frontera. Las condiciones meteorológicas extremas afectan la red energética, con afectaciones al suministro eléctrico en ambos lados de la frontera. Las grandes ciudades tanto en California como en México se han convertido en islas de calor, con temperaturas extremas y contaminación que generan efectos negativos en la salud, sobre todo de las comunidades más vulnerables. Las olas de calor tienen consecuencias severas también sobre los trabajadores agrícolas tanto en los centros de producción californianos como en las comunidades mexicanas, sobre todo poblaciones indígenas, de bajo ingreso y/o minoritarias.

La interdependencia entre California y México exige soluciones innovadoras que respondan al llamado de actuar rápidamente para evitar la catástrofe climática. Por ello, Alianza MX presenta la Cumbre California - México 2030: “Transformando los desafíos climáticos en oportunidades” los días 19 y 20 de abril, con los objetivos de propiciar diálogos entre los responsables de las políticas públicas, la iniciativa privada, las ONGs y la academia, diseñar en conjunto una agenda basada los últimos descubrimientos científicos y subsanar las lagunas de conocimiento para acelerar la transición energética y la resiliencia climática con una perspectiva la justicia climática en los próximos siete años.

Uno de los compromisos plasmados en el comunicado de la Cumbre de Líderes de América del Norte a principios de este año fue apoyar una economía transfronteriza integrada para vehículos de cero emisiones (ZEV por sus siglas en ingles). ¿Qué estrategias, desde la tecnología y la infraestructura hasta el capital humano, sirven mejor para respaldar la expansión binacional de ZEV en los segmentos del mercado de vehículos livianos, pesados y de electromovilidad? La decisión de Tesla de invertir en una megafábrica de vehículos eléctricos demuestra que la electrificación del transporte es una tendencia que se acelerará en el contexto México y Estados Unidos. En este sentido, durante la Cumbre se presentará el estudio Electrificación del transporte: Retos y oportunidades para la industria del transporte entre EE.UU. y México, elaborado por investigadores del Instituto de Estudios del Transporte (ITS) de UC Davis, que complementa los diálogos organizados por Alianza MX y la Secretaría de Relaciones Exteriores que produjeron 28 recomendaciones para acelerar la adopción de vehículos cero emisiones.

También se presentarán los resultados del taller sobre las implicaciones de las regulaciones avanzadas cero emisiones en California sobre vehículos pesados en el comercio con México, la infraestructura fronteriza, el abastecimiento de combustible, las tecnologías, la calidad del aire. Se organizarán “think-tanks” sobre otros temas críticos como el litio, las energías renovables y la interconexión eléctrica, la necesidad de apresurar la cooperación existente sobre eficiencia energética, la escasez del agua y el impacto en la producción agrícola, así como las estrategias de resiliencia y justicia climática para reducir los impactos en la salud en entornos rurales y urbanos también afectados por las olas de calor y la contaminación. Se creará una coalición de Estados mexicanos con California para articular junto con la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte, USAID, el Banco Mundial y el BID una agenda que acelere y consolide las muchas acciones que a nivel subnacional ya se adoptan para responder al desafío climático.

Como evidencia del compromiso por responder a la acción urgente recomendada por el último informe de la comunidad científica, la Cumbre contará con la presencia de más de 120 expertos que incluyen tanto al liderazgo como más de una veintena de expertos de los diez campus de la Universidad de California y de distintas universidades mexicanas, una delegación de alto nivel del gobierno de California, incluyendo a Yana García, Secretaria de Protección Ambiental, Lianne Randolph, Presidenta del Air Resource Board, Andrew McAllister, Comisionado de Energía, Comisionado Ricardo Lara, Departamento de Seguros, Antonio Villaraigosa, Asesor del Gobernador Gary Newsom, una delegación del gobierno federal mexicano con altos representantes de la Cancillería, Martha Delgado, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Roberto Velasco, titular de América del Norte, así como Pablo Taddei, Director de Litiomx, Germán Martínez, Director de Conagua, las Comisionadas de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, el director del NADBank, así como Secretarios de Medio Ambiente de 8 estados, entre muchos otras personalidades.

Con esta Cumbre, Alianza MX de la Universidad de California busca demostrar que la colaboración entre academia, gobierno, sector privado, sociedad civil entre California, la cuarta economía más grande del mundo y un líder climático, y México, uno de los países del G20, puede ser catalizador en la transformación necesaria para traducir los desafíos climáticos en oportunidades de bienestar, sobre todo para las comunidades más vulnerables en ambos lados de la frontera.

Directora de Alianza MX de la Universidad de California

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