Apunto de cumplirse un mes desde que el no tiene un director general designado, en su escritorio el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene los expedientes de cuatro politécnicos que aspiran a ocupar ese cargo de 2020 a 2023.

Información de la Secretaría de Educación Pública (SEP) indica que los perfiles analizados son los de Guadalupe Vargas Jacobo, actual secretaria general y directora interina del IPN; Jorge Toro González, secretario académico; Eleazar Lara Padilla, secretario ejecutivo de la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas (COFAA), y Mario Alberto Rodríguez Casas, quien legalmente tiene la posibilidad de repetir en el cargo.

Desde hace dos semanas, la Presidencia analiza los cuatro perfiles tras consultar con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, quien a su vez consultara con grupos internos del Politécnico. Cabe destacar que actualmente no existen mecanismos para que la comunidad de académicos, estudiantes y trabajadores pueda externar públicamente su opinión sobre los perfiles para la designación.

“El próximo director o directora debe ser un gran conocedor del funcionamiento, no se requieren perfiles improvisados, necesitamos un experto en todos los órdenes de la vida institucional para que pueda tomar sus bártulos y enfrentar lo que se nos va a venir: tranquilidad y retos, porque en la parte académica, en los rankings, cada vez más se está bajando”, dijo Miguel Ángel Correa Jasso, exdirector del instituto.

Han pasado 24 días desde que el director Mario Alberto Rodríguez Casas terminó su encargo al frente del IPN; de acuerdo con la Ley Orgánica del Politécnico, corresponde al Presidente nombrar a su sucesor en el cargo.

Esta no es la primera vez que se retrasa la designación del director del Politécnico. En 2014, con sus movilizaciones, protestas y toma de las instalaciones, los estudiantes lograron la renuncia de Yoloxóchitl Bustamante el 3 de octubre; su sucesor Enrique Fernández Fassnacht fue designado hasta el 20 de noviembre, es decir 47 días después.

Hasta el momento, el retraso en el nombramiento de un nuevo director ha generado un “limbo legal”, según grupos de estudiantes, porque no hay quien firme algunos procesos como entrega de becas y apoyos en conectividad y de computadoras, así como la toma de protesta y, por lo tanto, no ha habido sesiones del Consejo General Consultivo.

“No ha sido nombrado el director y es algo terrible porque en 2014, lo que se buscaba era la democratización del instituto y ahora dependemos de la elección del Presidente, cuando él desconoce por completo las necesidades de la comunidad”, dijo Allannys Sea, alumna consejera de Ingeniería Bioquímica de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, e integrante de la Coordinadora Estudiantil Politécnica.

“Somos imparciales en torno a quien sea el director, no estamos esperando un candidato. Se han escuchado muchos nombres, tiene que ser del IPN, tiene que conocer la investigación que se realiza, que sepa que hay asuntos pendientes en movimientos estudiantiles y se comprometa al Congreso Nacional, se pidió desde 2014 y ya pasó otro año sin que se diera”, abundó.

Consultados sobre el tema, profesores, estudiantes, líderes sindicales y exdirectores coincidieron en que el próximo director del Politécnico debe ser una persona preparada, con experiencia en la docencia, que tenga un conocimiento profundo del instituto y su funcionamiento más allá de los intereses políticos.

Además, debe tener trayectoria académica, experiencia directiva importante y honestidad “a toda prueba. El nuevo director tendría que venir a generar un proceso de transparencia en el manejo de los recursos”, señaló César Iglesias, profesor de la Escuela Superior de Comercio y Administración unidad Tepepan.

“Hay errores en la administración de la matrícula, porque no se están generando mecanismos para evitar la deserción y mejorar los índices de egresos”, dijo.

El 20 de noviembre se cumplió el periodo de tres años al frente de la IPN de Mario Alberto Rodríguez Casas, nombrado por el expresidente Enrique Peña Nieto en 2017, luego de un periodo que cumplió Enrique Fernández Fassnacht, también designado por Peña Nieto como una de las medidas para terminar con el conflicto estudiantil de 2014, que mantuvo al instituto en paro durante más de tres meses.