Nos hacen notar que cuando de apoyar a amigos se trata, no aplica eso de que en este gobierno no hay privilegios para nadie, luego de que se atendió primero a la familia del depuesto presidente Pedro Castillo que a los mexicanos que permanecen varados en Perú .
Pese a que la Embajada de México en el país sigue funcionando, tras la expulsión del embajador Pablo Monroy , nos aseguran que su ritmo de atención ha bajado.
La última publicación relativa a un vuelo humanitario fue hace tres días, el cual iría de Cusco a Lima.
Lo que sí es seguro, nos recuerdan, es que el embajador tiene un día para abandonar territorio peruano y volver a México.
Ojalá, nos dicen, que traiga con él algunos mexicanos , aunque no tengan parentesco con don Pedro Castillo .
[Publicidad]
[Publicidad]

