Nos recuerdan que en vísperas de año nuevo, la oposición ya se está frotando las manos porque en 2022 es muy probable que su propuesta de volver a las sesiones presenciales sea aceptada, lo que cancelaría la posibilidad de votar al esquema de trabajo a distancia y daría más posibilidades a la coalición (PRI-PAN-PRD) de frenar las reformas que impulsa Morena cuando haya muchos legisladores guindas que no acudan a la sesión.

Los diputados de Morena , con 202 integrantes, son, de lejos, la bancada más grande de la legislatura y convocarlos a todos resulta problemático para el coordinador Ignacio Mier, sobre todo porque muchos ya se acostumbraron a trabajar desde casa y se muestran reacios a acudir a San Lázaro .

Ocurrió ya una vez, nos recuerdan, durante la votación de la miscelánea fiscal 2022, que la oposición casi logra pasar a trámite una reserva luego de que los diputados de Morena comenzaron a retirarse de la sesión y su número total quedó por debajo de Va por México.

Lo que no han previsto los opositores, nos dicen, es que la llegada de la variante ómicron será una excusa perfecta para que las bancadas mayoritarias justifiquen la continuidad de las sesiones a distancia. El oficialismo puede tomarse en serio la pandemia cuando le conviene.

También lee:

ed