En horizonte inmediato de reformas que el Presidente pretende le sean aprobadas por el Poder Legislativo , no se encontraba la relacionada con el , que, entre otras cosas, plantea cambios en el Tribunal Electoral Federal y la transformación del para que sus consejeros sean elegidos por el voto de los ciudadanos.

Las prioridades del Ejecutivo eran la reforma energética y la de la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

Sin embargo, nos dicen que el fallo del Tribunal Electoral que declaró inaplicable el llamado “decretazo” , que permitía que los funcionarios públicos pudieran promocionar la consulta de revocación de mandato que se celebrará el 10 de abril, motivó un gran enojo del mandatario quien de inmediato anunció que la iniciativa de reforma electoral sería presentada, y comenzó a adelantar algunos de los elementos que la conformarán.

Al igual que las otras dos reformas, la energética y la de la Guardia Nacional, esta iniciativa requiere, para poder convertirse en ley, del voto de una mayoría en el Congreso, que hoy el partido y del Presidente y sus aliados no tienen. Así, nos hacen ver, hay enojo, pero no mayoría.

rdmd

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