Luego de cuatro horas de espera, , dueño de Altos Hornos de México , S. A. (AHMSA), salió del Reclusorio Norte y lo celebró entre selfies y un puro.

Este lunes, el empresario logró firmar un acuerdo reparatorio con (Pemex) por la compraventa irregular de la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados supuestamente pactada mediante sobornos con .

Con la firma del acuerdo, por el que se comprometió a pagar 216 millones 664 mil 40 dólares , a dos años siete meses, el juez de control José Artemio Zúñiga ordenó la inmediata libertad del empresario y la suspensión del procedimiento hasta que termine de pagar o, en caso contrario, la Fiscalía General de la República (FGR) notifique el incumplimiento.

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Antes de llegar al debate del acuerdo reparatorio, Ancira compareció desde las 9:30 horas para escuchar si una organización de la sociedad civil, denominada Tojil, era o no reconocida como víctima en el caso que la FGR tiene en su contra.

Finalmente, el juez Zúñiga negó la petición de Tojil y aproximadamente a las 12:00 horas inició la audiencia de reparación del daño.

La diligencia duró aproximadamente tres horas, pues concluyó después de las 15:00 horas, pero los trámites de salida demoraron cuatro horas, por lo que no fue sino hasta las 19:30 horas que Ancira dio sus primeros pasos fuera del Reclusorio como hombre libre.

Para preparar su salida, sus abogados y asistentes le llevaron un traje de pantalón gris, camisa blanca, saco negro y zapatos.

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En el área de aduanas una de sus colaboradoras aprovechó el momento para tomarse una selfie con el empresario que recién recuperaba su libertad.

Luego de tomarse la foto, Ancira se despidió del personal del Reclusorio y les agradeció llevándose la mano al pecho.

Salió por el pasillo de aduanas hasta una camioneta negra, marca Mercedes Benz modelo 2008 con valor de factura de más de 3 millones y medio de pesos, la cual ya lo estaba esperando desde las 15:00 horas.

Antes de que la camioneta abandonara el estacionamiento, el equipo de abogados salió a pie para tomar la delantera en otra camioneta de lujo.

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Mientras tanto, Ancira abordó en el asiento del copiloto donde ya llevaba un puro en la mano izquierda y con el rostro sonriente emprendió camino lejos del centro de reclusión.

A diferencia de su llegada al Reclusorio, el 3 de febrero pasado, en esta ocasión Ancira no se cuidó de ser captado por los medios de comunicación.

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