San José.— Venezuela cayó en 2023 a un precipicio que prolongó su tragedia humanitaria y con mujeres y hombres de todas las edades atrapados en un camino fatal: feminicidios, homicidios, suicidios, hambre, desempleo, pobreza, desesperanza, éxodo al exterior, creciente brecha educativa, represión política…Y si Venezuela aumenta a diario la deuda en derechos humanos, la factura en democracia está en rojo.

Por desempleo, pobreza y falta de acceso a atención médica, una persona se suicidó o intentó acabar con su vida cada cuatro días en Venezuela en los estados de Mérida, Táchira y Trujillo, que integran la zona venezolana de los Andes, del primero de enero al 10 de septiembre de 2023.

Cada 19 horas hubo una acción feminicida en Venezuela del 1 de enero al 31 de julio de este año, con 160 asesinatos consumados de mujeres y 93 frustrados, en hechos que dejaron a 55 niños y niñas en la orfandad: 10 menores presenciaron la muerte violenta de sus madres.

Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2022 hubo 282 femicidios consumados y 120 frustrados, con un promedio de hecho feminicida de cada 26 horas y un femicidio de niñas cada 9 días, con 37 casos.

Los datos de suicidios, del Observatorio de Derechos Humanos de la (estatal) Universidad de Los Andes (ODDHH-ULA), y los de asesinatos de mujeres, del Observatorio Digital de Femicidios del (no estatal) Centro de Justicia y Paz (Cepaz), ambas de Venezuela, dieron un paisaje parcial de un país al que todavía le falta caída para tocar fondo.

Un dato exhibió el drama: el (estatal) Instituto Venezolano de Seguridad Social (IVSS) pagó anteayer a los más de 5 millones de jubilados venezolanos… y depositó 3 dólares y 80 centavos a cada uno, con cifras oficiales de que el salario mínimo mensual promedio es menor a seis dólares.

Informes de noviembre de 2022 de las universidades venezolanas Central y Simón Bolívar (públicas) y Andrés Bello (privada) revelaron que la pobreza en Venezuela se compara con los países más pobres, como los de África: 50% de los aproximadamente 28 millones de venezolanos vive en Venezuela en la pobreza e incapaz de satisfacer necesidades mínimas de alimentación y subsistencia cotidiana.

El número exacto de habitantes entró al rango de misterio por el éxodo al exterior.

Amnistía Internacional (AI), organización mundial no estatal de derechos humanos con sede en Londres, precisó en un informe que difundió anteayer que 7 millones 710 mil “personas venezolanas (…) han huido de Venezuela” por la “emergencia humanitaria compleja y las violaciones masivas de derechos humanos”.

“En Venezuela se cometen violaciones masivas de derechos económicos y sociales, además de violaciones generalizadas y sistemáticas a derechos civiles y políticos”, afirmó la abogada chilena Ana Piquer, directora para las Américas de AI.

El fenómeno “ha resultado en la emergencia humanitaria compleja que asola al país y explica que entidades como la Fiscalía de la Corte Penal Internacional estén investigando a las autoridades del país por posibles crímenes de lesa humanidad”, dijo Piquer a EL UNIVERSAL.

Venezuela llegará el próximo 2 de febrero al 25 aniversario de un proceso que cambió su historia, cuando el teniente coronel Hugo Chávez (1954-2013), protagonista de un fallido golpe de Estado en 1992 y electo en las urnas en 1998, asumió el poder.

Chávez lanzó una revolución al amparo del régimen comunista de Cuba y, al morir tras reelegirse en 2000, 2006 y 2012, heredó el mando al sindicalista Nicolás Maduro, marcado por la turbulencia. Electo en 2013, Maduro se reeligió en 2018 en comicios tildados como fraudulentos por más de 50 países y en 2019 asumió un segundo sexenio que concluirá en 2025.

Venezuela se hundió al menos desde 2014 en una generalizada crisis socioeconómica y política con escasez y encarecimiento de medicinas, alimentos, artículos básicos y otros bienes, con parálisis productiva, hiperinflación, megadevaluación, desempleo y múltiples líos financieros.

A corto y mediano plazo, Venezuela se ubicó en un portillo político-electoral, con Estados Unidos como factor estratégico por las sanciones petroleras que impuso en 2017 a Caracas y otras medidas punitivas en 2014 bajo el argumento de que violó los derechos humanos y rompió el orden democrático.

Al denunciar la “guerra económica” de Washington a Caracas con respaldo de los opositores, Maduro calculó en enero anterior que el impacto de las represalias de EU sumó 232 mil millones de dólares, con un daño patrimonial de 642 mil millones de dólares y pérdidas por 411 millones de dólares diarios desde 2015. “Estrategia de guerra criminal. Crímenes imperialistas de lesa humanidad”, alegó.

El futuro de los comicios presidenciales de Venezuela en 2024 dependerá de varios elementos. EU condicionó flexibilizar las sanciones a que Maduro acepte establecer reglas claras para que sean elecciones libres, justas y transparentes y liberar a los presos políticos en vía al retorno a la democracia.

Maduro tuiteó ayer que “nadie puede cuestionar que el levantamiento de las sanciones inhumanas contra nuestro pueblo representaría una aceleración en la recuperación integral de Venezuela” y llamó a la unidad para exigir “el cese de las torturas al cuerpo económico y social de la nación”.

Los opositores acudirán el próximo 22 de octubre a elecciones primarias para escoger a su candidato presidencial, con Maduro como el ya seguro rival oficialista. “Venezuela claro que está decidida a cambiar”, proclamó ayer la opositora, exdiputada e ingeniera venezolana María Corina Machado, precandidata presidencial y aparentemente favorita para ganar la candidatura del bloque opositor.

“Y el cambio empieza el 22 de octubre”, prometió.

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