“Con una foto honesta podemos abrir los ojos de la gente” y tocarles “el corazón”. John Moore, ganador en diversas ocasiones del World Press Photo, lo sabe muy bien. Y busca que las personas que ven sus imágenes “sientan algo”.

EL UNIVERSAL entrevistó a Moore, fotoperiodista de Getty Images, quien cubrió los incendios que han afectado Australia desde el año pasado y en los que murieron hasta 800 millones de mamíferos, reptiles y aves, de acuerdo con la estimación más reciente de científicos del país.

Este fotoperiodista, que en los últimos años se ha dedicado a cubrir temas migratorios en la frontera entre Estados Unidos y México, viajó a Australia para cubrir la afectación de los animales. “Fui a hacer un reportaje específicamente, un reportaje sobre los animales afectados por los incendios... El problema allá no sólo son los incendios, sino también la sequía, que ha durado por años”.

Allá se dio cuenta de que había “un nivel de sufrimiento increíble, no sólo por los seres humanos afectados por los incendios, sino también por los millones y millones de animales”. No sólo los más visibles: koalas y canguros, sino especies en las que pocos repararon, por ejemplo, las aves, las águilas que, lamenta, “no salen mucho en la prensa”. Lo peor que vio, recuerda, no fue sólo “los animales que murieron o salieron heridos, sino la destrucción del medio ambiente y de la comida. Ahora el problema más grave es: ‘¿Qué van a comer?’”. Es un problema que le preocupa.

Resalta la labor de las organizaciones que están apoyando, como la red Cares y ONG que se dedican a cuidar animales y a cuyos integrantes Moore describe como “santos. Ellos rescatan a los animales de las zonas de fuego, los llevan a los centros de recuperación, los llevan a los veterinarios y los cuidan meses y meses hasta que los pueden devolver al bosque”. Sin embargo, todos estos grupos requieren de fondos.

Y es ahí donde, considera, su trabajo, junto con el de periodistas, puede contribuir. “En el mundo donde vivimos, vamos de una noticia a otra y la atención pública desaparece muy rápido. Yo quería extender la atención pública un poquito más”.

Pese a la oleada de incendios no sólo en Australia, sino en otros países, las inundaciones y otros fenómenos climáticos, hay personas que rechazan la existencia del calentamiento global, o que el ser humano sea causante de muchos de los desastres naturales que ocurren en la actualidad. Al respecto, Moore dice: “Lo que pasó en Australia es el ejemplo más grande y más atemorizante de lo que está pasando en el mundo. Y si el mundo no pone atención a ese desastre, ¿qué más necesitamos para ver la realidad que está pasando a nuestro alrededor? Fue algo histórico y temo que va a seguir pasando”.

Moore considera que lo que ocurrió en Australia era “prevenible” y que el “gobierno no puso atención hasta que era muy tarde”. Eso, señala, es algo que no puede ocurrir. Pero dado que pensar en cambios en el mundo entero “puede ser abrumador”, este fotoperiodista considera que la mejor opción es apostar por los “cambios pequeños”.

Moore es reconocido internacionalmente por sus trabajos fotográficos, particularmente en el tema migratorio. El año pasado fue acreedor del World Press Photo por la imagen de una niña hondureña que llora mientras su madre es interrogada por un agente fronterizo. La foto se volvió viral.

Aunque a primera vista pareciera que el tema no tiene nada que ver con el de los incendios, lo que los une es el objetivo. “Con mi trabajo busco humanizar historias que frecuentemente están contadas con estadísticas y números, especialmente en migración. Pero el objetivo es que la gente que ve mis fotos sienta algo. Educar al público sobre lo que está pasando y hacerlo de una manera y directa”. Lo que espera, a la vez, es que cualquier persona que vea sus fotos las puede entender.

En ese sentido es enfático. Reconoce que existe desconfianza entre el público y la prensa. Cualquier foto que tiene que ver con cosas controvertidas, admite, “va a ser vista con un lente politizado... Pero si hacemos nuestro trabajo de una manera directa y honesta, podemos abrir los ojos de la gente. La honestidad en el fotoperiodismo es muy importante y eso es lo que intento hacer”.

El fotoperiodismo, detalla, es una “herramienta muy importante en el periodismo”. Una foto honesta sobre el sufrimiento de la gente, opina, “toca el corazón” de las personas. Los fotoperiodistas no son la excepción. La imagen por la que Moore ganó el World Press lo tocó a él. “Yo sigo en contacto con la madre sobre su caso de asilo”, cuenta.

“Para mí la historia no termina con la foto. Yo intento seguir temas importantes como la migración a través de los años para contar una historia más completa y creo que el público está mejor servido con más información. Cuando ven muchos lados de la historia, la entienden mejor y pueden tomar decisiones más educadas cuando ven una cobertura más completa”.

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