Bruselas.— El 2021 será recordado como el año que selló la reunificación alemana, al tiempo que marcó el banderazo de salida de un proceso que promete modernizar al titán económico de la.

De esa forma es como expertos consultados por EL UNIVERSAL sintetizan lo ocurrido en un año que marcó un antes y después en la política del socio comunitario más poblado. En el año que agoniza, Angela Merkel abandonó la Cancillería y, con ello, terminó la hegemonía de la Unión Democristiana (CDU) y su partido hermano en Baviera, Unión Social Cristiana (CSU), tras década y media en el poder.

Como resultado de las elecciones del 26 de septiembre, en las que la CDU sacó sus peores notas, Merkel fue relevada por Olaf Scholz, un político cercano a ella que fue ministro de Finanzas durante su cuarto mandato, pero miembro de la oposición, Partido Socialdemócrata (SPD). Con un gobierno de coalición armado con Verdes y Liberales (FDP) en tiempo récord, si se compara con las dificultades que tuvo Merkel en su tercer y cuarto mandato, Scholz tomó el timón el pasado 8 de diciembre con la promesa de transformar a Alemania con un plan de modernización sin precedentes.

“2021 fue el año en que Alemania decidió que está lista para el inicio de una nueva era”, dice Sudha David-Wilp, subdirectora de la Oficina en Berlín del German Marshall Fund for the United States.

“Los alemanes están muy agradecidos por el servicio de Angela Merkel, quien elevó el papel de Alemania en el mundo, pero al mismo tiempo reconocieron que luego de 16 años era necesario un cambio”. Quentin Peel, investigador del instituto londinense Chatham House, va más atrás en el tiempo y ve en este año la conclusión de una fase para poner en marcha un nuevo ciclo.

“Han pasado 30 años desde la unificación, la cual no fue sencilla, fue extremadamente costosa y social y sicológicamente traumática, al acercar a dos partes del país totalmente diferentes (...) Pienso que luego de tres décadas, la gran mayoría de los alemanes aceptó que es un país unificado nuevo, que está listo para el proceso de una profunda modernización”. Peel dice que el éxito de Scholz dependerá de la forma en como evolucione la pandemia. Asegura que si la crisis sanitaria acaba en 2022, es muy probable que su gobierno termine por convertirse en la fuerza modernizadora del país.

El optimismo del estudioso no se limita al ambicioso plan de trabajo redactado como resultado de la negociación para formar la coalición, sino ante la considerable llegada de jóvenes al Parlamento, principalmente de las fuerzas de gobierno.

Precisamente es el cambio generacional en el aparato legislativo, como resultado de las elecciones y la masiva participación de la juventud en las urnas, lo que hace pensar a Peel que en Alemania hay un auténtico deseo de modernizar el país.

Otra clave para el éxito, en el contexto de las métricas políticas teutonas, será la capacidad de Scholz para sumar victorias en la batalla de persuasión que libra todo canciller alemán a nivel de coalición, estados, federal y europeo.

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“Este gobierno tendrá un arranque radical, pero pronto aprenderá que la única forma de gobernar en Alemania es asumiendo compromisos”.

Hanco Jürgens, investigador del Instituto Alemán de la Universidad de Ámsterdam, no le resta importancia al triunfo de Scholz y a su destreza para formar una coalición de centro-izquierda, pero, para él, el acontecimiento que marcó el año en Alemania y Europa fue la retirada de Merkel: “El fin de Merkel probablemente es más importante que el inicio del gabinete socialdemócrata”, asegura.

La primera mujer en ocupar la jefatura del Gobierno y la primera persona del este en ser canciller de la Alemania unida, reinó durante 16 años con un estilo verdaderamente emblemático, no sólo a nivel nacional, sino europeo, y que será difícil de igualar. La hija de un pastor protestante vio pasar a cuatro presidentes franceses y estadounidenses, así como a cinco primeros ministros británicos y ocho italianos.

Era la tarjeta de presentación diplomática más fuerte de la Unión y, sin duda, la líder europea con más virtudes para gestionar crisis y lograr consensos en los escenarios más adversos. Encontró salida a la crisis de la Eurozona, a la de migrantes y sentó las bases para la recuperación en la era postpandemia. Se fue con los índices de aprobación más altos en comparación con otros líderes en funciones, como el premier Boris Johnson, el presidente estadounidense Joe Biden y el mandatario francés Emmanuel Macron, según YouGov.

“Los alemanes tendrán que acostumbrarse a la nueva situación. Está por verse el alcance que llegue a tener el mensaje ofrecido por este gabinete, de creer en el futuro con una agenda totalmente nueva”, indica Jürgens. El coronavirus puede ser el aguafiestas de la denominada coalición “semáforo”, advierte.

“Merkel se fue, pero el coronavirus sigue circulando”, dice el académico, resaltando el riesgo que representa la pandemia para la confianza en los partidos de gobierno, cuyo nivel de aprobación favorable prácticamente se mantiene igual desde los comicios, de acuerdo con los últimos sondeos. En donde ya hay señales de preocupación es en el sector empresarial. El ambiente de negocios retrocedió en diciembre por sexto mes consecutivo, resultado de la cuarta ola de coronavirus.

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Económicas (IFO), el índice de clima empresarial pasó de 96.4 puntos en noviembre a 94.7 este mes, como consecuencia del desplome del sector servicio a causa de la emergencia sanitaria.

Igualmente, aumentó el pesimismo con respecto al primer semestre de 2022.

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