Bruselas.— Durante el segundo año de la pandemia, los asesinatos de han escalado 7.7% en , denuncia la organización chihuahuense Justicia para Nuestras Hijas.

“En el estado de Chihuahua hay alrededor de 3 mil 300 mujeres muertas en lo que va del año, 280 sólo en la ciudad de Chihuahua, y a nivel país 11 mujeres son asesinadas al día”, añadió Norma Ledezma, coordinadora de la ONG especializada en defensa de víctimas del.

Las cifras fueron expuestas durante un foro convocado por el Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y el Comité de Derechos de la Mujer y la Igualdad de Género.

La eurodiputada del Partido Popular Europeo, Frances Fitzgerald, estimó que alrededor de una mujer murió cada 11 minutos durante la pandemia.

“Seguimos muy preocupados por el aumento de la violencia de género, algo exacerbado por la pandemia de Covid”, subrayó Luisa Ragher, responsable de derechos humanos del Servicio de Acción Exterior Europeo.

“El feminicidio es el punto final de una larga cadena de abusos y discriminación”, precisó Marcella Veneziani, representante de la Comisión Europea.

El caso de México fue expuesto como ejemplo para ilustrar los impactos de la impunidad ante este delito. En el país, la falta de impartición de justicia obliga a familiares a involucrarse en la lucha contra la perpetuación de la violencia de género.

“En México la justicia es utópica, la justicia es selectiva”, denunció la activista mexicana, quien compartió su desgarradora historia de vida.

Paloma fue encontrada sin vida en un río seco a 4 kilómetros de la ciudad de Chihuahua, portando una prenda interior que no era la de ella, con marcas de abuso sexual y tortura: “Ese día nací de nuevo, ese día prometí ante su cuerpo luchar por ella y por todas las demás. Es así como nace nuestra organización, ese 29 de marzo. Yo sabía que el conocimiento es poder, así que tenía que tomar una decisión, o me quedaba en casa a llorar mi dolor o decidía hacerle frente al monstruo tan grande que se llama impunidad, a este sistema de justicia que no respondía a la necesidad de la sociedad”.

Luego de casi dos décadas de lucha y a pesar de los avances legislativos, dijo que los casos continúan acumulándose. También hay muchas mujeres desaparecidas desde 1995 cuyo paradero sigue siendo desconocido.

Resaltó la necesidad de trabajar en los niños para alcanzar cambios efectivos: “Hay que desaprender lo aprendido, que los niños no violenten y las niñas no sean víctimas”.

“Necesitamos cambios en las normas socioculturales, al final, son las que conducen a la violencia. Hay que transformar las formas de pensar para acabar con todas las formas de violencia”.

Señaló que una fórmula exitosa es la creación de “la ventanilla única”, es decir, de centros especializados para brindar todo tipo de asistencia, desde asesoría médica y jurídica, hasta apoyo económico y de vivienda.

Subrayó que estos espacios, dotados con personal capacitado y recursos de gobierno, contribuyen a “hacerle frente a la masculinidad tóxica”.

Durante su intervención en el foro, la eurodiputada irlandesa Fitzgerald, hizo referencia a la exposición de Norma Ledezma, quien “presentó detalles espeluznantes de la escala mundial del feminicidio”. “¡Qué duro escuchar su historia! Hace falta que activistas y políticos trabajen codo con codo para luchar contra esta terrible lacra. ¿Por qué no está entre todas las prioridades de los líderes políticos cuando la escala es enorme?”, preguntó la democristiana.

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