La amenaza de una guerra nuclear no desaparecerá en tanto haya Estados con . La crisis en Ucrania y Rusia es un recordatorio de que, en cualquier momento, la situación se puede salir de control. Y en ese sentido, tratados como el de Prohibición de Ensayos Nucleares son clave en estos momentos, afirma en entrevista con el Doctor Robert Floyd , secretario ejecutivo de la Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares ( OTPCEN ), quien visitó México para conmemorar el 55 aniversario del Tratado de Tlatelolco.

México, asegura Floyd, tiene una “historia orgullosa” en la lucha por la no proliferación de armas nucleares. Tanto este país como el resto de Latinoamérica y El Caribe, dice, mostraron al mundo liderazgo y visión y se han convertido en ejemplo para otros en la creación zonas libres de armas nucleares. Ahora, resalta Floyd, pueden ejercer nuevamente un rol clave, al impulsar una prohibición legalmente vinculante de los ensayos nucleares que permita verificar que los Estados están cumpliendo sus compromisos de no desarrollar armas nucleares. La meta final debería ser, considera, un mundo donde no existan más armas de este tipo.

¿Qué tan latente es la amenaza nuclear en estos momentos? 

El mundo enfrenta hoy la amenaza nuclear o la amenaza de una guerra nuclear como lo ha hecho en el pasado, y es importante que todos nosotros nos mantengamos enfocados y no olvidemos que la humanidad enfrenta dos grandes amenazas existenciales: la primera: el cambio climático ; la otra, el advenimiento de una guerra nuclear . En tanto existan las armas nucleares, el riesgo de una guerra nuclear persiste.

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Usted se encuentra en México para conmemorar el 55 aniversario del Tratado de Tlatelolco. ¿Qué tan importante es este tratado en este momento?   

El Tratado de Tlatelolco fue un hito, hace 55 años, cuando los países de Latinoamérica y El Caribe crearon el primer tratado para establecer una zona libre de armas nucleares en un área densamente poblada. Eso mostró liderazgo y visión y ha sido un buen modelo a seguir para otras regiones del mundo al establecer también zonas libres de armas nucleares. Latinoamérica y El Caribe han estado profundamente comprometidos, por muchas décadas, con la no proliferación y el desarme. Su compromiso y su liderazgo es muy apreciado.

¿Cuál es el mensaje que envía al mundo el que todos los países de la región sean signatarios del Tratado en este momento? 

Todos los Estados de Latinoamérica y El Caribe se comprometieron con la zona libre de armas nucleares del tratado original, pero la buena noticia es que en unas semanas, todos los Estados en la región habrán firmado y se habrán comprometido con el Tratado comprehensivo de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés) el tratado que mi organización es responsable de implementar. Ansiamos poder celebrar que ese tratado sea apoyado por todos los países en Latinoamérica.

Esto está creando un impulso global para la universalización y la entrada en vigor del CTBT . No puedo enfatizar lo suficiente el valor que tiene eso.

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No puedo evitar mencionar la crisis Rusia-Ucrania, porque cada vez que se desata un conflicto así, viene a la mente la amenaza nuclear. Desde su cargo al frente de la OTPCEN, ¿cómo ve la amenaza que esta crisis representa? 

No tengo una visión de la crisis Rusia-Ucrania, pero a nivel global, el hecho es que todavía hay Estados en posesión de armas nucleares, y hasta que esas armas no existan, seguiremos teniendo una amenaza que puede ser utilizada. El papel del CTBT es poner una prohibición que evita que los países que no tienen armas nucleares las desarrollen, pero también evita que los países que ya las tienen desarrollen nuevos tipos de armas nucleares. Eso es importante ahorita, mañana y en el futuro de este mundo.

Hablamos de un tratado no vinculante. Y hay países interesados en tener más armas nucleares. ¿Cómo llegar a la meta que menciona? 

Hay dos aspectos en su pregunta. Uno es cómo detenemos a los Estados que no tienen armas nucleares para que no las desarrollen, y el otro es cómo detenemos a los Estados que ya las tienen para que no desarrollen otras nuevas, o de otros tipos. El CTBT tiene una importancia crítica para atender ambas situaciones. Nos estamos esforzando para poner en vigor una prohibición legalmente vinculante, y una prohibición verificable que nos permita saber, con un sistema de verificación, si alguien está haciendo una prueba nuclear en cualquier lugar, en cualquier momento a lo largo del planeta.

Eso daría confianza a todas las naciones de que los Estados están cumpliendo su compromiso de prohibir los ensayos nucleares. Eso es muy importante. El CTBT no ve la cuestión de cómo deshacerse de las armas nucleares, o cómo desarmarlas. Eso es tema de otros tratados en el sistema global.

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Estamos celebrando este 55 aniversario. ¿Cómo ve el papel de México? 

México tiene una historia muy, muy orgullosa en materia de desarme nuclear y no proliferación. El embajador [Alfonso García] Robles recibió hace 40 años el premio Nobel de la Paz y fue por su trabajo en la No proliferación y el desarme. Es una historia orgullosa que tiene México y tengo que decir que hoy la voz de México sigue siendo fuerte y clara en estos asuntos. Creo que es importante oír la voz de México y las de otras regiones en Latinoamérica y El Caribe, que esas voces se amplifiquen en el escenario mundial y en el foro multilateral, pero México claramente tiene una historia orgullosa y un papel continuo, fuerte, de defensa en estos importantes asuntos.

¿Cómo puede México contribuir más a esta meta de desnuclearización? 

La desnuclearización no es mi responsabilidad, creo que el canciller de México tendría muchas ideas, pero lo que sí puedo decir es que un elemento central para la desnuclearización es tener una prohibición sobre los ensayos nucleares, una prohibición verificable. Con esa prohibición, la desnuclearización puede ser posible. Mi organización y el CTBT ofrecen uno de los elementos centrales para permitir la desnuclearización. Pensemos en ello: cada país que posee armas nucleares quiere confiar en que otros países están haciendo lo que se comprometieron a hacer para no desarrollar nuevas armas de ningún tipo. Así que una prohibición verificable es una parte importante para lograr un mundo desnuclearizado.

¿Qué tan eficiente puede ser la diplomacia multilateral? 

No con frecuencia podemos dar estadísticas sobre qué tan eficiente es la diplomacia multilateral. Pero en este caso sí puedo hacerlo. Si piensas en el periodo entre 1945, cuando ocurrió el bombardeo en Hiroshima y Nagasaki, hasta 1996, cuando el tratado CTBT fue abierto para ser firmado, en ese periodo hubo más de 2 mil ensayos. De 1996 y hasta 25 años después ha habido menos de una decena de ensayos. Eso me dice que este tratado ya es un éxito. Y por tanto, la diplomacia activa de México y muchas otras naciones es muy importante para apoyar este tratado, para lograr una entrada en vigor universal… Eso es liderazgo técnico, que va acompañado con liderazgo diplomático de México.

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El Tratado de Tlatelolco se creó, al menos en parte, como respuesta a la crisis de misiles en Cuba. ¿Ve un escenario en la región donde se repita una situación así? 

Sería deseable que no hubiera crisis, que las naciones se alejaran de ese punto de crisis, porque en el contexto de una crisis la toma de decisiones puede tener consecuencias imprevistas. El trabajo de reducción de riesgos que ocurre en otros foros, alrededor del tema de las armas nucleares, es de lo más importante. Pero me alegra que no vivimos en estos momentos en un mundo en el que muchos Estados estén probando armas nucleares. De hecho, casi ninguno. Este milenio, sólo un Estado ha probado un arma nuclear: Corea del Norte . Es un mundo diferente en el que estamos, pero el asunto alrededor de la crisis de misiles de Cuba , creo que fue una llamada de atención para la humanidad, sobre qué tan cerca podemos estar de un escenario catastrófico .

¿Aprendimos la lección de Hiroshima y Nagasaki? 

Apenas se había asentado el polvo, tras esos bombardeos, los líderes mundiales empezaron a ver cómo forjar acuerdos para garantizar un mundo en el que algo así no volviera a suceder. Y la diplomacia ha funcionado por décadas para reducir ese riesgo. Uno de los resultados de esa diplomacia es el Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares , uno de una serie de misiones para crear un mundo donde, con suerte, las armas nucleares nunca serán utilizadas, y, en última instancia, un mundo donde las armas nucleares dejen de existir.