Teherán.— Irán anunció la disolución de la llamada policía de la moral, prometió escuchar los reclamos del pueblo y revisar incluso la ley sobre el velo obligatorio, tras casi tres meses de protestas desatadas por la muerte de una mujer bajo custodia. La reacción fue de escepticismo generalizado.

La policía de la moral, que se encarga de hacer cumplir las leyes sobre el velo islámico, fue objeto de escrutinio después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera bajo su custodia a mediados de septiembre. Amini había sido detenida por presuntamente llevar mal puesto el velo. Las autoridades aseguraron que estaba enferma y eso le provocó la muerte, pero la familia insiste en que la joven presentaba golpes y acusó a la unidad por el deceso, que desencadenó una ola de disturbios, gritando consignas como “mujer, vida, libertad”, quemando velos y exigiendo que los gobernantes clericales de Irán dejen el poder.

El fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, dijo el sábado que la policía de la moral “había sido cerrada”, informó la agencia de noticias semioficial ISNA. La agencia no proporcionó detalles, y los medios de comunicación estatales no han informado de esa supuesta decisión. Este domingo, en un artículo publicado por ISNA, el legislador Nezamoddin Mousavi dio señales de un enfoque menos contencioso hacia las protestas.

“Tanto la administración como el parlamento insistieron en que prestar atención a la demanda del pueblo, la cual es principalmente económica, es la mejor manera de lograr estabilidad y hacer frente a los disturbios”, declaró tras una reunión a puerta cerrada con algunos altos funcionarios iraníes, entre ellos el presidente Ebrahim Raisi. Mousavi no se refirió a la supuesta supresión de la policía moral.

El mismo sábado, las autoridades dijeron estar revisando la ley de 1983 sobre el velo obligatorio. La norma fue adoptada cuatro años después de la Revolución Islámica de 1979, que derrocó a la monarquía del sah, y establece que tanto las mujeres iraníes como las extranjeras, independientemente de su religión, tienen que cubrirse el pelo con un velo y llevar ropa holgada en público.

Después de 1979, “Comités de la Revolución Islámica”, dependientes de los Guardianes de las Revolución, patrullaban para hacer cumplir los códigos de vestimenta y la “moral” en Irán. Pero la policía de la moral, conocida como Gasht-e Ershad [patrullas de orientación], fue creada bajo el mandato del ultraconservador presidente Mahmud Ahmadineyad [2005-2013] para “difundir la cultura de la decencia y el hiyab”, el velo femenino. Sus unidades están formadas por hombres con traje verde y mujeres que llevan un chador negro, una prenda que cubre todo el cuerpo salvo la cara. Las primeras patrullas empezaron a trabajar en 2006.

El actual presidente, el ultraconservador Ebrahim Raisi, pidió en julio pasado la movilización de “todas las instituciones para reforzar la ley sobre el velo”, afirmando que “los enemigos de Irán y del Islam quieren socavar los valores culturales y religiosos de la sociedad”.

Las protestas han sido duramente reprimidas, con cientos de personas detenidas y al menos cinco condenados a muerte. Por eso, los anuncios despertaron dudas.

Un internauta expresó su temor de que las funciones de esta estructura sean realizadas por otro organismo parecido.

Además, las mujeres recordaron que el tema de la policía no es el centro de las protestas.

“El eslogan de los manifestantes no es la disolución de la policía de la moral”, recordó Nachmil Abdi, quien trabaja como vendedora en una tienda de zapatos para mujeres.

“Es cierto que una de las reivindicaciones es el final del velo obligatorio. Pero la principal demanda es la abolición del régimen”, añadió.

“Esto no será un freno a las protestas”, advirtió la periodista Soma Hakimzada.

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