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Exigen en Río justicia tras asesinato de una concejal

La activista defendía los derechos de mujeres, negros, y denunciaba los excesos policiales en las favelas

16/03/2018 |01:45EFE y AFP |
Redacción El Universal
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Río de Janeiro.— Miles de personas reclamaron ayer justicia y clamaron contra la barbarie de la violencia en un emotivo homenaje a la concejal y activista brasileña Marielle Franco, asesinada la noche del miércoles en el centro de Río de Janeiro.

Los cuerpos de Franco y del conductor que la acompañaba, Anderson Pedro Gomez, fueron recibidos por una multitud en la Cámara Municipal con gritos de “Marielle presente”, “Quien se metió con Marielle agitó el hormiguero” y “la policía militarizada tiene que acabar”, en el barrio de Cinelándia, cerca de donde fueron tiroteados. Un cordón de mujeres negras recibió los féretros, velados durante horas en una emotiva ceremonia en la Cámara antes de recibir sepultura en dos cementerios diferentes.

“Esto es un genocidio negro. Tantos jóvenes muriendo... No estamos acá sólo por ella, estamos acá por todos nosotros”, dice Marlon Eduardo, un estudiante de sociología de 20 años, residente en la violenta Baixada Fluminense, en los suburbios de Río.

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Marielle Franco fue abatida a bordo de un vehículo en el centro de Río, junto al conductor, cuando regresaba de un acto de empoderamiento de mujeres negras. Su asesora de prensa sobrevivió al ataque y su testimonio será fundamental para la investigación, aunque la policía maneja la hipótesis de un asesinato premeditado.

Franco había denunciado los excesos de la policía en las favelas días antes de morir y se había pronunciado abiertamente en contra de la intervención del ejército en la seguridad en Río de Janeiro, que hoy cumple un mes.

“Intentaron callar su voz. Quiero decir que hoy [el conjunto de favelas de] Maré con certeza llora, Río llora, Brasil entero llora”, dijo su hermana Anielle, que afirmó que la activista no había recibido ninguna amenaza.

El presidente brasileño calificó el asesinato de “inadmisible” y denunció “un atentado contra la democracia y el estado de derecho”, en un video divulgado en redes sociales. Prometió que este crimen de “extrema cobardía” no quedará impune. Organismos internacionales como Naciones Unidas exigieron una investigación “completa y transparente”.

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