Washington.— En una comparecencia ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio, Cassidy Hutchinson, exasistente del jefe de gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows, presentó el martes lo que los opositores creen es la evidencia más contundente en contra del expresidente

“Esta es la prueba irrefutable”, dijo Sol Wisenberg, exadjunto de Ken Starr, el investigador del juicio político contra Bill Clinton, sobre el testimonio de Hutchinson. “No hay duda de que esto establece un caso prima facie de su culpabilidad penal por cargos de conspiración sediciosa”, declaró al The New York Times.

Hutchinson ofreció testimonio de que Trump no sólo sabía que sus afirmaciones de fraude electoral eran falsas, sino que estaba al tanto de la violencia potencial que causarían y las alentó. Trump exigió que lo llevaran al Capitolio para estar con sus partidarios después de que la violencia había estallado, arremetiendo contra el Servicio Secreto cuando la orden fue rechazada, según una anécdota de un tercero que Hutchinson contó.

Leer más: 

El Servicio Secreto se prepara, según trascendidos, para negar bajo juramento la anécdota de la arremetida de Trump y algunos republicanos desestimaron partes del testimonio de Hutchinson como “rumores”, pero pocos rechazaron las acusaciones principales, como la de que el entonces mandatario atizó a la multitud que acudió a su mitin aunque sabía que muchos iban armados y les dijo que “lucharan como locos”. Trump negó todo.

El Departamento de Justicia amplió recientemente su investigación sobre el ataque del 6 de enero, apuntando a algunos de los aliados de Trump en Washington y en todo el país que participaron en su plan para invalidar la victoria de Biden, pero los fiscales no han indicado si presentarán un caso contra él. Los integrantes del comité no han ocultado el hecho de que creen que hay líneas de investigación apropiadas para una investigación criminal que les gustaría que emprendiera el Departamento de Justicia (suponiendo que no lo esté haciendo ya) y que la conducta de Trump podría justificar cargos criminales, recordó Ankush Khardori, abogado y exfiscal federal, en un artículo en New York Magazine.

David Laufman, un exabogado sénior del Departamento de Justicia, dijo a The Washington Post que el testimonio de Hutchinson “contenía pepitas de información creíbles que respaldarían” a los fiscales que ven a Trump como un objetivo en una investigación de conspiración sediciosa. “Todavía hay mucha incertidumbre sobre la cuestión de la intención criminal cuando se trata de un presidente, pero lo que acaba de suceder cambió mi balance final”, declaró Alan Rozenshtein, exfuncionario del Departamento de Justicia que enseña en la Facultad de Derecho de la Universidad de Minnesota: “He pasado de que es menos probable que Trump sea acusado a que es más que probable que sea acusado”.

Leer más

Pero Trump fue absuelto por el Senado de un cargo de incitación en el juicio político en su contra tras la insurrección. Una opción más viable, dijo Jimmy Gurule, exfiscal federal, sería acusarlo de haber conspirado para cometer fraude con sus esfuerzos para anular las elecciones y obstruir el acto del Congreso en el que se certificarían los resultados.

“Cualquier delito federal grave a nivel de crimen grave que se vaya a acusar aquí requerirá pruebas más allá de toda duda razonable de intención criminal”, dijo Samuel Buell, profesor de derecho penal de la Universidad de Duke. Otra cosa es que la administración de Joe Biden, impopular, desgastada y afectada por el alza de precios como está, esté dispuesta a meterse en esa complicación, cuando sus baterías están enfocadas en no sufrir una derrota vergonzosa en las elecciones de noviembre. No parece probable. 

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.