Bruselas.— La crisis sin precedente provocada por la pandemia está aumentando la desigualdad a nivel global, sostiene un informe publicado por Oxfam Novib en el marco del arranque del Foro Económico Mundial.

El texto señala que a los mil hombres más ricos del mundo les ha llevado tan sólo nueve meses recuperar su nivel de riqueza previo a la pandemia. En cambio, a las personas más marginadas les llevará probablemente más de 10 años superar las consecuencias económicas de la emergencia sanitaria.

El documento estima que el alza de la fortuna de los 10 más ricos desde el inicio de la pandemia sería suficiente para contener la aparición de nuevos pobres como resultado de la pandemia, así como financiar el acceso universal a la vacuna anti-Covid.

Titulado como El virus de la desigualdad, el reporte asegura que las mujeres y los grupos minoritarios han sido los más perjudicados a nivel económico.

Pone de ejemplo el caso de México, “una de las pocas economías emergentes que aún no ha puesto en marcha programas adicionales específicos para apoyar a las personas en situación de pobreza frente a la pandemia”.

En el país, indica, 21% de las mujeres que trabajaban en el sector informal habían perdido su empleo en mayo pasado, frente a 15% de los hombres. Igualmente, las personas afrodescendientes y procedentes de los pueblos indígenas están sufriendo en mayor medida la pobreza generada por la pandemia.

“En México, se estima que el porcentaje de personas indígenas que viven con menos de 5.50 dólares al día podría incrementarse entre 5.4 y 5.7 puntos porcentuales, hasta llegar a 71%”. El mismo fenómeno percibe en Estados Unidos, en donde prevé que el índice de pobreza de la población blanca aumente en 4.2% a causa de la pandemia, mientras en la población negra y latina será de 12.6% y 9.,4% respectivamente.

Sostiene que si todos los grupos étnicos disfrutaran de los mismos privilegios que la población blanca en Estados Unidos, aproximadamente 22 mil personas negras y latinas seguirían con vida. El documento concluye que ningún país quedará exento del aumento de la inequidad como consecuencia de la pandemia.

Recuerda que en episodios de enfermedades infecciosas como la gripe porcina A(H1N1) y el virus Zika, la crisis sanitaria se tradujo en un incremento de 1.3% de la desigualdad.

Más desempleo

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) volvió a encender las alarmas en su séptima evaluación sobre los impactos del Covid-19 en el sector.

En todo 2020, advirtió, se perdieron 8.8% de las horas de trabajo en el mundo, con respecto a 2019, lo que equivale a “255 millones de puestos de trabajo de tiempo completo”.

El documento anticipa “un marcado” repunte de la actividad económica y los mercados de trabajo para el segundo semestre de 2021, aunque advierte: “La recuperación se producirá de forma dispar, sujeta a una gran incertidumbre, con riesgo de que aumente la desigualdad a escala nacional, y entre países”.

Asegura que el ritmo y alcance de la recuperación dependerá esencialmente de decisiones políticas, económicas y sanitarias.

Las previsiones de la OIT para América Latina siguen siendo sombrías para 2021; la pérdida de horas de trabajo previstas será equivalente a 15 millones de empleos a tiempo completo, aunque en caso de un crecimiento económico mucho más débil de lo previsto, el saldo podría ser equiparable a 19 millones empleos.

En el escenario hipotético más optimista, es decir, de haber una evolución de la pandemia más positiva, con una recuperación económica 0.5% mayor a lo que se anticipa el Fondo Monetario Internacional, desaparecerá el equivalente a 6 millones de empleos a tiempo completo. A nivel mundial, aun con la sólida recuperación económica prevista para el segundo semestre del año por el FMI, habrá una pérdida de horas de trabajo de 3%, equivalente a 90 millones de empleos a tiempo completo.

La OIT afirma que el cierre de lugares de trabajo como medida para contener la propagación del virus siguió siendo la norma en este amanecer de 2021. Estima que a inicios de enero 93% de los trabajadores vivían en un país con restricciones, y el cierre de lugares de trabajo afectaba a 77% de los trabajadores.

Indica que la aplicación de medidas más específicas de carácter geográfico y sectorial se han ido convirtiendo en la norma conforme ha ido evolucionando la pandemia. En 2020 se perdieron 8.8% de las horas de trabajo a escala mundial con respecto al cuarto trimestre de 2019, correspondiente a unos 255 millones de empleos. El saldo es aproximadamente cuatro veces mayor al de la crisis financiera de 2009.

Las mujeres y trabajadores jóvenes son los grupos más afectados. En el caso de los jóvenes, su ocupación se redujo en 8.7%, frente a 3.7% de los adultos. “Ello pone de relieve un riesgo muy elevado de una generación perdida”, recalca la OIT. El sector hotelero y de restaurantes son los más golpeados, la tasa de ocupación cayó en promedio 20%, seguido por el comercio minorista y las actividades de producción industrial.