Bruselas.— Al margen de verificar los reportes que indican que los blindados de van de vuelta a los cuarteles, la escena militar montada en la frontera con Ucrania ha cumplido la misión de exhibir el avance de las fuerzas armadas rusas.

Luego de heredar de la Unión Soviética una defensa obsoleta y tecnológicamente rezagada, el ejército ruso ha venido evolucionando hasta convertirse nuevamente en un protagonista del teatro bélico.

De acuerdo con la edición 2022 del Military Balance, un informe publicado anualmente por el prestigioso International Institute for Strategic Studies (IISS) y que es considerado entre los estudiosos como la Biblia en materia de defensa, el ejército ruso ya no es el mismo que combatió durante la breve guerra con Georgia en agosto de 2008. Bajo el mando del presidente Vladimir Putin, el gigante euroasiático ha venido renovando sus capacidades militares en el ámbito terrestre, marítimo, aéreo y cibernético.

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El mayor avance ha sido en artillería y lanzacohetes. Sus misiles de crucero, como el Kh-101 lanzado desde el aire o el Kalibr proyectado desde el mar, pueden golpear blancos en un rango superior a 2 mil kilómetros. Lo mismo ocurre con el sistema de misiles balísticos Iskander-M, capaz de atacar posiciones a larga distancia. La fuerza aérea y el arsenal nuclear son más modernos, al tiempo que el ejército es flexible y los pelotones están compuestos en su mayoría por personal contratado, no por reclutas. La marina igualmente avanza, tiene previsto contar con dos submarinos atómicos más para 2027, así como prevé que la primera producción en serie de misiles hipersónicos 3M22 Tsirkon entre en servicio en 2022.

Las Fuerzas Aeroespaciales ya entregaron la primera unidad de hasta 24 bombarderos supersónicos modernizados tipo Sukhoi Su-34, al tiempo que el inventario de vehículos no tripulados armados ha crecido; lo último en este tenor es la aparición de sistemas híbridos que combinan el uso de diversas armas terrestres y aéreas. El Centro de Estudios Estratégicos de La Haya afirma que la capacidad de combinar varios sistemas de armas autónomas está creando un entorno de ataque y de defensa de 360 grados.

Es probable que las fuerzas rusas hayan progresado menos en equipo militar, es decir, en capacidades terrestres, indica el think tank londinense. El Programa Armamentista de Estado para 2010-2011 fijó el objetivo de que el inventario debería ser más moderno para el término de dicho periodo y según el Ministerio de Defensa la meta se ha alcanzado.

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Para James Hackett, editor del Military Balance, la acumulación de tropas vista desde finales de 2021 cerca de la frontera con Ucrania, ha mostrado no sólo la capacidad de despliegue y movilización de Moscú, también ha sido una exhibición de infraestructura civil y militar de apoyo.

El proceso ha sido lento, metódico y claramente visible para la audiencia global, aseguró John Chipman, director Ejecutivo del IISS, durante la presentación del documento en un foro digital.

En el evento, el experto en análisis militar Henry Boyd aseguró que más allá de la exhibición de fuerza no ve beneficio político para Moscú, mientras que James Hackett señaló que los actos bélicos del Kremlin han generado unidad entre los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y provocado una nueva carrera armamentista.

La anexión unilateral rusa de la península ucraniana de Crimea en 2014 ocasionó que los países europeos pusieran reversa a sus recortes en gasto militar.

En 2021, el gasto europeo en defensa aumentó 4.8% en términos reales, ninguna otra región registró un ritmo de crecimiento superior. Reino Unido, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia y los Países Bajos registraron los incrementos más sustanciales. Para el año en curso, las perspectivas de gasto en defensa son menos favorables debido a la inflación.

El Ministerio de Defensa ruso reportó el martes el retiro de algunas tropas desplegadas cerca de la frontera con Ucrania. “Primero hay que ver para creer”, fue la reacción del Ministro de Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba. En los últimos meses se han concentrado en la zona alrededor de 150 mil uniformados rusos, según cálculos de la Casa Blanca.

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El IISS asegura que los números no son suficientes para invadir, someter y ocupar con éxito toda Ucrania, pero sí para realizar una operación terrestre dirigida a tomar el control de algunas regiones orientales del país vecino.

Algunos expertos sostienen que pese al anuncio emitido por Moscú, la amenaza de una invasión sigue, no hay fecha para suspender los ejercicios militares en territorio bielorruso. Retirada o no, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirma que Rusia “tiene todo listo para un nuevo ataque”.