Bruselas.— El certificado de vacunación contra el  emitido por las autoridades mexicanas no cumple con los criterios mínimos para que sea aceptado en el como una prueba que acredita que el biológico fue aplicado en la persona en cuestión.

Hasta este lunes, México no figuraba en la lista de países y territorios cuya prueba de vacunación es válida para viajar a Inglaterra.

En dicha lista sí aparecen otras naciones del hemisferio, como Ecuador, Honduras, Colombia, Argentina, Perú, Bolivia y Brasil.

También hay naciones africanas como Sierra Leona, Senegal, Nigeria, Malawi, Kenia, República Democrática del Congo y Botsuana.

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La notable ausencia de México ha despertado inquietud en la Cámara de los Comunes, donde se preguntan el motivo por el cual el Departamento de Transporte y Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido no han aceptado la documentación emitida por el gobierno de México.

“Pregunto al Secretario de Estado de Salud y Atención Social, si su Departamento planea reconocer las vacunas Covid-19 administradas a ciudadanos británicos residentes en México”, escribió el pasado 12 de noviembre el legislador conservador Alberto Costa.

La Subsecretaria de Estado encargada de Salud Pública y Vacunación, Maggie Throup, respondió diez días después: “El certificado de vacunación de todos los países debe cumplir con criterios mínimos teniendo en cuenta la salud pública y otras consideraciones”.

“Estamos adoptando un enfoque por fases para añadir otros países al programa, incluyendo México, en un examen periódico”, detalló.

El 30 de noviembre volvió a poner el tema sobre la mesa la laborista Rupa Huq, en una pregunta archivada bajo el código UIN 84419. Se dirigió al Secretario de Estado de Trasporte para preguntar sobre su reciente conversación con su homólogo mexicano con relación “al estado de vacunación Covid-19 de los ciudadanos mexicanos que no es reconocido por el Reino Unido”.

El Subsecretario de Estado de Transporte, Robert Alexander Courts, contestó por escrito el 6 de diciembre prácticamente en el mismo tono que su colega de gabinete.

“El gobierno está adoptando un enfoque por etapas para la implementación del programa de vacunación y continuará trabajando con socios internacionales para expandir la política a más países y territorios donde su emisión sea segura”.

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“La certificación de vacunas entre países y territorios varía considerablemente y el gobierno ha publicado criterios mínimos que deben cumplir tanto los certificados digitales como los impresos”.

A consulta de EL UNIVERSAL, la Cancillería mexicana indicó que corresponde a Salud responder sobre el tema; en Salud no hicieron comentarios. En su Guía del Viajero, la SRE advierte que “el certificado de vacunación de México no es aceptado por el gobierno británico”.

Las pruebas de vacunación acreditadas por la autoridad británica, como el carné ecuatoriano, el colombiano o el pasaporte Covid de la Unión Europea, contiene datos personales, como nombre, apellido, fecha de nacimiento y número de identidad personal.

Además tiene datos de la vacuna: nombre, lote y cantidad de dosis; el lugar y fecha donde fue aplicada. Las vacunas avaladas por la autoridad sanitaria británica son las elaboradas por AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Janssen, Sinovac, Sinopharm y Covaxin.

El documento es gratuito, se emite en papel o en formato electrónico para su almacenamiento en un móvil, y en la lengua nacional, además del inglés.

El certificado europeo contiene un código QR con una firma digital que garantiza su autenticidad e integridad. Cada centro emisor de dicho certificado, como hospitales, centros de pruebas y autoridades sanitarias, tiene su propia firma digital, la cual se verifica al momento de escanear el código QR.

Toda la información se almacena en una única base de datos segura a nivel nacional. Para facilitar la verificación de las firmas digitales en los códigos sin el tratamiento de los datos personales, la Comisión Europea creó una pasarela, una estructura técnica que garantiza la privacidad.

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Tanto los estados miembros de la Unión, como las naciones que han adoptado como propio el certificado europeo, como Islandia, Suiza y Noruega, fueron asistidos por la Comisión Europea para desarrollar el software y las aplicaciones nacionales requeridas para expedir, almacenar y verificar los certificados. También Bruselas brindó asistencia en la realización de las pruebas necesarias para unirse a la pasarela.

El pasaporte Covid-19 se ha convertido en una herramienta esencial para convivencia social en espacios públicos. En países como Italia y Francia, debe presentarse para entrar a un restaurante, visitar un museo o asistir a una obra de teatro.