. “Cayó Julieta, la novia hot del mayor traficante de pastillas de Rosario”, escribió en su cuenta de la red social X el ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández.

El funcionario expuso el mensaje después de que la División Antidrogas de la Policía Federal detuviera el viernes en la calle a Julieta Valenzuela, una influencer con mucha actividad en las redes sociales, cuyo novio Emiliano Tesera fue detenido el año pasado, acusado de ser uno de los mayores proveedores de drogas sintéticas de Rosario. Valenzuela había sido detenida en esa oportunidad, pero fue excarcelada y ahora la Sala B de la Cámara de Apelaciones de Rosario dictó su captura.

“La encontraron en la peatonal Córdoba de la ciudad santafesina y la esposaron cuando salía de hacerse las uñas en un local de la zona”, agregó Fernández con tono jocoso.

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Esta joven tenía una fuerte repercusión en las redes, donde diariamente exhibía con fotos y videos sus rutinas en los gimnasios de Rosario, y también promocionaba algunas marcas, que se veían atraídas por la enorme cantidad de seguidores que tenía Valenzuela.

Emi Trix, como se hacía llamar su novio, empezó su derrota ante la ley el 12 de junio del año pasado, cuando fue detenido junto a otras cinco personas, entre ellas un policía, por supuesta venta de drogas sintéticas en fiestas electrónicas de Rosario, gimnasios y barrios exclusivos de Funes y Fisherton.

En ese momento a Tesera lo acusaron de ser el jefe de una organización narco con un perfil diferente a los distribuidores de otras drogas como la cocaína. Emi Trix se movía en ambientes sociales donde no aparece la violencia para reclamar territorio, como ocurre en el mundo del narcomenudeo que generó gran parte de los más de 200 homicidios que se cometieron en Rosario este año.

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A Tesera la Policía Fedetal le secuestró alrededor de 130 gramos de polvo MDMA (o éxtasis), 2 mil 622 pastillas de éxtasis, 28 troqueles de LSD, 155.9 gamos de cristal, 170 gramos de cogoyos de marihuana, 3 pistolas calibre 9 milímetros (dos Bersa y una Browning), municiones, 823 mil pesos, mil 200 dólares, 200 euros y 5 balanzas de precisión.

Según la acusación, por debajo de Emi Trix y del policía Leandro Walter Miranda, hijo del comisario general retirado Walter Miranda, se desplegaban al menos otras seis personas, entre ellas Valenzuela, que se dedicaban a distintos aspectos del menudeo de drogas sintéticas, de diseño o de nuevo diseño, que ponían a la venta, tras realizar contactos por redes sociales, en sectores VIP de fiestas electrónicas.

Ahora fue detenida Valenzuela y gran parte de la organización quedó tras las rejas a la espera del juicio por comercialización de estupefacientes. El mundo comercial de las drogas sintéticas es un incipiente mercado narco en Rosario.

La venta de drogas sintéticas que se consumen en las fiestas electrónicas atrae a una tribu urbana distinta, de una clase social alejada de la marginalidad, que usa esos estupefacientes como parte de una diversión desenfrenada, que en ocasiones termina de manera trágica, como los casos de Time Warp, en Buenos Aires, y de Arroyo Seco. También la distribución de este tipo de drogas es distinta. Los pedidos se hacen a través de aplicaciones de mensajería encriptadas y la entrega muchas veces es con deliverys o en las propias fiestas. El consumo está direccionado a una fecha en particular: cuando se realiza un show. Es en ese momento cuando la venta de drogas sintéticas estalla. Y esto ocurrió cuando el año pasado actuó el famoso DJ británico –naturalizado canadiense- Richie Hawtin.

Los investigadores saben que cuando se acerca un show, la venta de drogas sintéticas empieza a crecer de manera vertiginosa. Y así ocurrió en este caso. Por eso tenían previsto seguir los movimientos en uno de los lugares más caros de Rosario, como son las torres Maui, en el corazón de Puerto Norte. Allí vive Alejo Marban López, un joven de 24 años, que increíblemente sin un trabajo formal y siendo monotributista se mueve en un BMW, ocupa un departamento con vista al río y planea abrir un bar en el barrio La Florida, el norte de Rosario. El perfil de Emi Trix es muy similar al de este joven.

La Prefectura allanó el departamento de este muchacho en diciembre del año pasado, cuando el ministro Fernández estaba en Rosario, algo que no pareció una casualidad. Los prefectos se encontraron con todo un arsenal de drogas sintéticas que se presume que este joven vende y provee a otros dealers en las fiestas electrónicas. El propio sobrenombre de Marban López lo expuso ante los investigadores. Se hace llamar “Che Rolita”. En la jerga se denomina “rolita” a las pastillas. Y Marban tenía muchas: la Prefectura secuestró un stock de 2860 pastillas de éxtasis, un bidón de ketamina de cinco litros, ocho frascos de de popper, 104 gramos de tusi. Esta última sustancia es conocida como “cocaína rosa”. A diferencia de la cocaína común, tusi es una droga que no sólo es estimulante sino que también induce a alucinaciones visuales y auditivas. Es de alto riesgo para la salud, como todas las sustancias prohibidas.

El mercado de las drogas sintéticas es mucho más grande de lo que se piensa. Se cree que como apunta a un sector focalizado y de elite es un negocio marginal, pero el alto valor de estas drogas convierte a estos emprendimientos criminales en algo muy rentable, con una particularidad: a diferencia de la distribución de drogas ordinaria es un ambiente desmarcado de la violencia, donde el intercambio de dinero por drogas sintéticas fluye en cierta armonía. Al negocio no entran eslabones del mercado tradicional de drogas, donde los tiros y los muertos demarcan la agenda.

La violencia que supura del negocio de las ventas de drogas clásicas, como cocaína y marihuana, deja a un lado el problema del consumo de otras sustancias, incluso más dañinas e intensas, como las sintéticas que parecen “permitidas”, salvo cuando ocurre algo trágico como fue el caso de Time Warp en 2016, una fiesta electrónica en Capital Federal donde murieron cinco personas intoxicadas.

Como consecuencia de los controles que se empezaron a hacer en Buenos Aires después de esta intoxicación trágica, comenzaron a organizarse megafiestas en otras provincias, como Santa Fe. Durante el fin de año de 2016 se realizó una fiesta de música electrónica en el predio del boliche Punta Stage, en Arroyo Seco. Hubo venta de estupefacientes, estampidas y la capacidad del lugar estaba colapsada. Murieron Guiliana Maldovan, una rosarina de 20 años, y Lucas Liberatore, de 33, oriundo de San Nicolás, ambos por consumo de droga sintética que se vendía en el lugar. Muy pocas veces las investigaciones sobre narcotráfico posan la lupa sobre los proveedores de este negocio millonario, que al tener bajo perfil pasa desapercibido.

Aunque no hay estadísticas oficiales recientes sobre consumos problemáticos, la última es de 2017, los analistas coinciden en que las drogas sintéticas van en aumento. Están fuera del mercado de la violencia, por lo que ese rasgo las deja también fuera de los radares del Estado. Una de las drogas sintéticas que más creció es la metanfetamina, conocida como cristal, entre jóvenes de 25 a 35 o 40 años. Es el estupefaciente que se hizo conocido con la serie de Netflix Breaking Bad.

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